Lo último que se esperaba Alicia Angeli mientras recorría el patio de su casa fue encontrarse a este intruso de cuatro patas dentro de la piscina. Bueno, intruso involuntario, la pobre cría de ciervo había caído dentro y tan sólo su cabeza asomaba del agua, estaba en serios apuros.
Rápidamente, el marido de Alicia, James, fue a su rescate. Golpeteó con la mano un lado de la piscina y el cervatillo pareció entender que quería ayudarle a salir. Nadó hasta James y, como podrás ver en el video de abajo, él lo sacó del agua.
El pequeño ciervo estaba muerto de frío y Alicia colocó unas mantas sobre él… ¡Pero estaba tiritando tanto que ella terminó dándole calor con su propio cuerpo!
Finalmente, gracias a todos esos esfuerzos, el pequeño pudo levantarse y trotar libre.
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