Un jardinero en Hawaii se llevó la sorpresa de su vida cuando iba a limpiar su jardín.
Dentro de un palo de bambú encontró pequeños huevecitos.
Los recogió y entonces comenzó a romperse uno de los cascarones – ¡allí mismo, en su mano! Lo que salió del huevo le sacó una gran sonrisa.
El sueño para los aficionados de la naturaleza puede ser encontrar una planta inusual o sólo salir a disfrutar de las flores del jardín.
Pero hace poco, un jardinero de Hawaii descubrió algo aún más especial.
Cuando salió para trabajar en el jardín encontró un palo de bambú y dentro del palo había unos pequeños huevos blancos.
En el palo vio 12 huevos del tamaño de unos guisantes, a primera vista es fácil creer que se trata de alguna plaga o por ejemplo caracoles.
Pero este entusiasta de la jardinería descubrió que era algo mucho más agradable que una plaga.
Pronto se rompió uno de los cascarones en su mano, ¡de allí salió una lagartija!
Al salir del cascarón allí en su mano la lagartija no era más grande que una uña del dedo índice.
El jardinero luego volvió a colocar la lagartija bebé junto con los otros huevos.
Aunque jamás debes levantar los huevos de aves con la mano, es diferente con los lagartos: su madre abandona los huevos y nunca regresa, ¡es decir, la lagartija bebé tiene que sobrevivir sola!
¡Increíble poder ver salir a una lagartija de su cascarón así de cerca!
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