Cuando un perro es salvado de un maltrato físico y phsicológico lo primero que hay que hacer es llevarlo al un sitio seguro. Ahí es donde comienza el proceso de recuperación, un proceso largo donde el perrito tiene que aprender a confiar en las personas otra vez. Y luego está segunda parte, no menos complicada muchas veces, encontrar un nuevo y feliz hogar donde el animal se siente amado y seguro. Éste fue el proceso del pequeño Mojo.
Éste es Mojo. Lo encontraron en la calle, su familia lo había abandonado. Estaba desnutrido y tenía sarna. Iba a tardar mucho tiempo en poder confiar en las personas otra vez. Su estado físico era lamentable, necesitaba atención médica y mucho amor.
El hombre de la foto se llama Joey Wagner. Trabaja para una organización de animales sin ánimo de lucro en Nova Scotia en Estados Unidos. Fue él quien encontró al perrito y lo llevó al el veterinario.
El perrito, que en ese entonces era un cachorrito de tres meses, estaba muy mal y tenía que luchar mucho para recuperarse. Y lo más difícil era encontrarle un nuevo hogar.
Mucha gente mostró interés en cuidar al tierno perrito, pero por mucho tiempo consideraron que estaba muy mal y todavía no tenía fuerza para irse a a una nueva casa.
Pero por fin llegó el día. Estaba preparado para ir a nuevo hogar y resultó que su gran salvador, Joey, era la persona que lo iba a adoptar. El momento en el que Joey va a buscar a Mojo es completamente mágico, casi se me saltan las lágrimas cuando lo veo. Abajo tienes las imágenes.
Hoy Mojo está muy bien y vive con su dueño, Joey. También tiene nuevos amigos perros. ¡Qué maravilla ver esto!