Estamos en un mundo realmente loco. Una sociedad de apariencias donde somos capaces de condenar a muerte a un ser vivo solo porque no se ajusta a los cánones de belleza establecidos, como en la historia de este perrito.
Picasso nació con una extraña malformación en el hocico y la mandíbula. Debido a este "defecto", este perrito no era una buena "mercancía", así que su dueño lo abandonó en una perrera ya que no podía venderlo.
Por suerte, en el mundo hay personas que no tratan a los animales como a objetos de intercambio.
Picasso es un cruce de pitbull y está totalmente sano, pero aun así iban a sacrificarlo.
Su dueño lo dejó en una perrera en Oregón, Estados Unidos, junto con otro cachorro llamado Pablo.
Sin embargo, la suerte llamó a la puerta de este pobre animal.
La propietaria de un refugio se enteró de su existencia. Cuando le vio fue amor a primera vista y decidió llevárselo junto a Pablo.
Fotos: Facebook/LuvableDogRescue
Ahora Pablo y Picasso están sanos y salvos. Además, Picasso será operado próximamente y puesto en adopción.
Esperamos que ambos encuentren un maravilloso hogar que les quiera. ¡Todos los perros son hermosos, únicos y merecen todo nuestro amor y respeto!¡Comparte si estás de acuerdo!