Esta amorosa relación puede ser de lo más lindo que he visto en mucho tiempo. Ni idea tenía que un gato y unos erizos podían ser una familia tan linda, uno nunca deja de sorprenderse.
Esta historia pudiera haber tenido un fin muy triste para los bebés erizos que fueron abandonados por su mamá. Pero menos mal llegó la gata Sonya y se encargó de los bebitos espinosos.
Los bebés erizos se sienten muy, muy bien con la gata Sonya.
Y también tienen compañía de un gatito de Sonya.
Sonya parece ser una gata muy “abierta”. Ella no le importa que los erizos son de otra especie. Ella los cuida como si fueran sus bebés.
¡Qué gata tan amorosa!
Fuente: Katrai
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