En una noche de octubre en el condado de Sonoma, en California, un adolescente de 18 años se quedó solo en casa con su perro.
De repente, el can se puso a ladrar histérico y el adolescente notó extraños ruidos en el piso de arriba.
Entró en pánico y llamó a la policía. Les dijo que alguien había entrado en la casa y que el intruso estaba en el piso de arriba. La policía acudió rápidamente al lugar de los hechos.
El adolescente contó a sus perros y se cerró junto a ellos en la habitación para que el sospechoso no pudiera herirles.
Cuando la policía llegó algunos agentes entraron dentro, mientras que los otros examinaron el perímetro de la csa.
Entonces, uno de los oficiales notó el sonido de arañazos. Trató de localizar el origen con su linterna y apuntó al techo.
«El comisario dijo y cito: ‘llegados a este punto, hemos usado todas nuestras tácticas’ y se mató de risa», explicó el portavoz de la policía Spencer Crum a The Dodo.
«El ladrón» no era para nada un ladrón, sino un Gran Danés asomando su cabeza por una claraboya, tratando de ver qué había ahí afuera.
Resultó ser que el perro pertenece al adolescente, que se coló en el piso de arriba sin que su dueño se diera cuenta.
El Gran Danés sólo quería disfrutar la vista y tomar un poco de aire fresco. Y los otros perros no estaban ladrando a un ladrón, sino que estaban frustrados de no ser lo suficientemente altos como para asomarse a ver el cielo como su hermano. Con toda la conmoción, el dueño del Gran Danés se olvidó de él cuando estaba metiéndolos a todos en un lugar seguro.
«He hecho este trabajo durante 25 años, y ha habido muchas llamadas extrañas. ¿Un perro confundido con un intruso en su propia casa? Esto es bastante anormal», dijo Spencer Crum a The Dodo.
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