Los perros han sido los mejores amigos de los humanos por mucho tiempo. Los humanos confían mucho en estos animales debido a su lealtad, instinto y sobre todo su amistad indestructible.
Pero para ganarse la amistad de un perro también hace falta que la persona sea un buen amigo para el perro.
Para el cachorro Polo esta amistad no fue tan sólida. Este cachorro de ocho meses tuvo una experiencia que nadie merece tener.
Un domingo, en mayo de este año, unos niños de diez años empujaron a Polo del porche y éste cayó en un fuego.
Los niños responsables de lo sucedido estaban acosando al hijo de la familia de la casa.
Cuando Polo llegó al veterinario sus quemaduras eran tan graves que el médico no podía identificar su raza. Lo llevaron en un vuelo a la ciudad de Winnipeg, donde hay un centro más grande para tratar las quemaduras.
Todo su cuerpo estaba echando humo…del hocico salían humo y burbujas, dice Katie Powell de la organización Save A Dog Network Canadá a CityNews.
Según CBC News, Polo fue trasladado al Tuxedo Animal Hospital, donde recibió un tratamiento para sus quemaduras de segundo grado. Tenía el hocico, la boca, las patas, los testículos, el abdomen y la garganta heridos, así como los pulmones hinchados. Además tenía los ojos dañados por el humo.
Polo estaba terriblemente dañado, pero al mismo tiempo tenía suerte de sobrevivir al fuego gracias a su propio pelaje.
Si no fuera por su denso pelaje no habría sobrevivido, consideran los veterinarios.
La familia estaba muy agradecida por el buen trabajo que hicieron los veterinarios con su querido cuadrúpedo.
Ahora tienen que tomar una decisión difícil.
Como no creían que Polo fuera a sentirse seguro en casa, lo dieron en adopción a una organización en Vancouver. Sospechan que Polo fue agredido por los niños, precisamente porque suelen acosar a uno de los hijos de la familia.
Los niños están devastados y la familia no tiene palabras para definir cómo se siente ahora, dice Powell a CityNews.
¡A pesar del sufrimiento de Polo, su voluntad sigue intacta! Powel cuenta a Today que después de todo sigue siendo un “chico feliz”, a veces sacude la cola para mostrar su aprecio hacia los veterinarios, le han dado antibióticos y analgésicos. También le han bañado para que recupere la salud.
Pero tomó tiempo el recuperarse después las quemaduras, tuvieron que limpiar el hollín del vello e impedir que se enfermara por las lesiones- Powell escribió en su página de Facebook que el perrito ahora está listo para dejar el hospital y para recibir amor por parte de una familia nueva en Vancouver.
Es un perrito muy fuerte, dice el veterinario Jonas Watson.
¡Qué perrito tan valiente! Comparte la historia de Polo para inspirar a otros a seguir luchando en los momentos difíciles.
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