Perrita discapacitada abandonada con una bolsa de pañales y una nota

Adoptar un perro o un gato paralítico no es la opción adecuada para todos los dueños de mascotas. Pero podría ser una experiencia profundamente gratificante, así que no se asuste por las necesidades especiales de un perro.

Desafortunadamente, los perros discapacitados suelen ser abandonados por sus dueños. Lunita era una preciosa perrita con una discapacidad, razón por la que fue abandonada en las calles de Salta, Argentina.

Lunita, una perra de tamaño mediano con discapacidad, fue abandonada en las calles en las primeras horas de la mañana de mayo de 2014. Junto a ella, había una nota con su nombre, edad y una explicación.

Facebook / Lunita’s Wish

Su antiguo dueño no le dejó comida ni agua. La persona también declaró que no podía quedarse con ella. No había más información. Lunita yacía boca abajo en la acera cuando la encontraron, sus patas traseras aún estaban unidas a una silla de ruedas destartalada.

Por suerte, un empleado de una peluquería canina vio a Lunita y llamó a la organización de rescate LUBA Salta. Pronto, dos voluntarios se apresuraron a recoger a Lunita.

Llevaron a la perrita a un refugio y, después, la colocaron en un hogar de acogida mientras publicaban su información en Internet con la esperanza de encontrarle un adoptante.

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Pero no pasó nada, ¡hasta que una familia de Estados Unidos mostró su interés! Y se puso en marcha una recaudación de fondos para pagar el traslado de Lunita a Estados Unidos.

Por desgracia, las cosas no le fueron bien a Lunita en su nuevo hogar adoptivo. Su nueva familia no sabía cómo cuidar adecuadamente a la perrita discapacitada.

Facebook / Lunita’s Wish

Durante ese tiempo, una cama infestada de ácaros provocó que Lunita desarrollara una infección estafilocócica muy grave.

Tras esta nueva tragedia en su vida, Lunita fue acogida por otra familia adoptiva. Su pronóstico no era bueno y su respiración seguía empeorando.

Facebook / Lunita’s Wish

Debido a la infección, la sarna y las quemaduras por orina, Lunita perdió todo el pelo de la cintura para abajo, incluida la cola. También tenía bajo peso, pesaba apenas 16 kilos.

Una grave infección del tracto urinario le causó tanto dolor que gritaba cada vez que un cuidador le limpiaba el trasero y la zona íntima. Se necesitaron grandes esfuerzos y atención médica para tratar todas sus dolencias, pero finalmente se recuperó.

Junto con su nueva familia y su buena salud, Lunita vio la nieve por primera vez, viajó mucho, hizo nuevos amigos e incluso disfrutó de fiestas de cumpleaños.

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El 15 de junio de 2018 fue uno de los mejores días de la vida de Lunita. Ese día cumplió 11 años y se divirtió mucho con todas esas personas y perritos que vinieron a desearle un feliz cumpleaños.

Incluso pudo comerse su pastel especial apto para perros. Sin embargo, poco después de celebrar su undécimo aniversario, cayó enferma y tuvo que ser ingresada en la UCI, donde volvió a luchar por su vida. Su pronóstico no era bueno y su respiración seguía empeorando.

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Cada vez que le quitaban el oxígeno a Lunita, su lengua empezaba a ponerse azul. Así que su familia no tuvo más opción que aceptar que era hora de dejarla ir. Lunita falleció rodeada de sus seres queridos.

«Nunca la olvidaré y nunca olvidaré lo mucho que significó para mí», escribió la madre de Lunita en Facebook. «Ella cambió mi vida para siempre. La quería mucho».

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La historia de Lunita llegó a su fin debido a la vejez y a las dificultades del pasado. Pero una cosa está clara, el último capítulo de su vida fue realmente feliz. Lunita es un ejemplo asombroso de perseverancia.

Que su vida sirva de ejemplo para aquellos que piensan que las cosas no van a mejorar. ¡Descansa en paz, Lunita!

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