Cuando escucho casos como este se me revuelven las entrañas, porque cuesta creer que haya personas tan mezquinas en el mundo.
El dueño de Cola, un lindo y alegre perrito, no tuvo una mejor idea que torturar a su mascota cortándole de cuajo las dos patas delanteras.
Afortunadamente un equipo se hizo cargo del can e hizo algo muy importante para cambiar la suerte de este pobre animal.
Un equipo de veterinarios proporcionó a Cola unas flamantes nuevas patas prostéticas.
Y lo mejor de todo es ver la reacción del perrito cuando se las colocaron. Es conmovedor ver la alegría que siente al notar que puede volver a caminar y lo agradecido que está con sus salvadores.
El video con ese mágico momento colgado en Facebook ya ha sido visualizado más de 7 millones de personas.
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