Esta es la historia de un pequeño perrito llamado Gobi, quien conoció a un amistoso humano durante una carrera de 250 km en China y obtuvo el mayor regalo de todos: su corazón. Ahora Dion Leonard, su compañero durante la carrera, trata de llevárselo a su Escocia natal.
Dion Leonard, es un maratonista extremo de Escocia que compitió en la 4ª Marcha por el desierto de gobi de 2016, una carrera de seis días a lo largo del mayor desierto de Asia, cuando un perro callejero empezó a correr junto a él.
El perro, que estuvo viviendo cerca del punto de partida de la carrera, aparentemente entendió la idea y partió con los cerca de 101 corredores.
Al final del primer día, el perro finalizó el primer tramo de 35 km con los otros corredores. al día siguiente, el perrito a quien llamaron Gobi volvió a la carrera, esta vez eligiendo a Leonard como compañero. Desde ese momento ambos se hicieron inseparables.
Aunque Gobi no tenía ningún entrenamiento (aparte de ser un perro) o equipamiento (aparte de sus garras), Gobi logró seguir el ritmo de estos atletas de élite humanos durante toda la carrera. Y cuando Leonar alcanzó la meta, sabía que el próximo viaje de Gobi sería con él rumbo a Escocia.
«Gobi me eligió como compañero de vida», dijo Leonard a The Dodo.
Llevar a Gobi a Escocia iba a llevar tiempo y papeleo, así que Leonard dejó a su compañero canino a un amigo de confianza y se fue a Escocia. Una vez en casa, Leonar recibió la noticia de que Gobi se había perdido.
En unos días, Leonard volvió a China para tratar de encontrar a su amigo.
Con tantos perros callejeros en el área, las probabilidades de encontrar a Gobi eran muy escasas. Pero Leonard no abandonó. Repartió folletos y buscó incansablemente a su amado perrito. Entonces, hace unos días, alguien reconoció a Gobi al ver uno de los folletos y contactó a Leonard.
Muy pronto los dos amigos se reencontraron.
Leonard contó a la BBC, «Cuando fuimos allí, atravesé la puerta y ella vino corriendo hacia mí entre mis piernas y saltó encima mío. Fue amor a primera vista. Voy a tratar de hacer dos cosas esta noche: tratar de no llorar o decir malas palabras, estoy tan entusiasmado. Es uno de los mejores días de mi vida».
Y Leonard no era el único feliz de estar de nuevo en brazos de su mejor amigo. ‘
Llevará un tiempo el que Gobi pueda viajar a Escocia. Hasta entonces, Leonard no va a dejarla atrás.
«Me quedaré aquí para asegurarme de que todo va bien».
¡Estoy tan contenta de que estos dos amigos hayan podido encontrarse de nuevo y que no serán separados!
Espero que ambos puedan disfrutar juntos de buenas carreras en Escocia.
Para apoyar a Leonard y sus esfuerzos por traer a Gobi a Escocia, visita su página de Crowdfunder.
Comparte esta encantadora historia con todos tus amigos amantes de los animales, y con los que no lo son también, quizá así comiencen a amarlos.