El agente de la patrulla fronteriza Marshall Maynard estaba trabajando en abril del año 2018, en Brownsville, Texas (Estados Unidos), cerca de la frontera de Río Grande. La vida de un agente fronterizo nunca es aburrida, por lo que Maynard no estaba sorprendido al ver cómo tres personas trataban de entrar ilegalmente en los Estados Unidos.
Entonces se puso en acción, pero el trío huyó antes de que pudiera alcanzarlos. Fue entonces cuando se dio cuenta de que habían dejado caer una bolsa de tela negra en el suelo, y procedió a abrirla diligentemente para investigar.
Pero lo que encontró en el interior de la bolsa le dejó en shock…
Debe ser bastante difícil sorprender a un agente de la patrulla fronteriza. Después de todo, una gran parte de su trabajo consiste en resolver situaciónes extrañas y no tan maravillosas.
Sin embargo, incluso Marshall Maynard, quedó bastante perplejo cuando abrió una bolsa de tela negra que habían dejado caer tres hombres que intentaban entrar ilegalmente en los EE. UU.
Maynard abrió la bolsa y encontró un cachorro de tigre de tan solo tres meses de edad acurrucado en su interior. El animal estaba vivo pero aparentemente estaba sedado.
Los agentes de la patrulla fronteriza se apresuraron a llevar al cachorro al veterinario para recibir asistencia médica. Más tarde les dijeron que de no haber actuado tan rápido, el cachorro podría haber muerto.
Aparentemente, el tigre estuvo «al borde de la muerte», sometido a altísimas temperaturas, 30 minutos más dentro de la bolsa hubieran sido suficientes para matarlo.
Finalmente, el cachorro fue entregado al Zoo Gladys Porter para que se hicieran cargo de él. Allí recuperó su energía y fuerza. Desde entonces ha duplicado su peso y su pelaje ha recuperado el brillo.
Según the Brownsville Herald, el veterinario Thomas DeMaar explica que el zoo está aprovechando el rescate del tigre para informar y educar a los visitantes sobre el tráfico de animales salvajes.
«A veces, las personas ni siquiera saben que estas cosas están prohibidas y desconocen su efecto grave en la conservación de la vida silvestre. Estos animales son sacados a la fuerza de su hábitat natural y se les comercializa como si fueran mercancía».
Menos mal que Marshall Maynard pudo encontrar al cachorro en el momento adecuado. 30 minutos más tarde, la historia podría haber sido muy diferente.
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