Un potrillo llamado Breeze fue encontrado abandonado por su madre en un jardín.
Unos granjeros encontraron al recién nacido y no pudieron encontrar a su mamá, así que lo llevaron a un refugio de caballos.
Los granjeros se llevaron a Breeze al Santuario «Mare and Foal», una organización que cuida a caballos abandonados. Tan solo tenía horas de vida cuando llegó en muy mal estado; estaba en shock y deshidratado.
Sin su madre, Breeze estaba malnutrido y no contaba con muchos de los nutrientes que normalmente un potrillo obtiene de su madre.
Aunque los empleados del santuario trataron de alimentarlo, no podían sustituir el amor de una madre.
Breeze se fue deprimiendo y se sentía especialmente mal en las noches. Era entonces donde más necesitaba a su mamá. No podía dormir y sus cuidadores se dieron cuenta de que tenía que hacer algo.
Le dieron un muñeco de peluche gigante y vieron los efectos inmediatamente. Breeze durmió como una piedra cuando se acurrucó a los pies del oso de peluche.
Gracias a los maravillosos trabajadores el refugio que trataron día y noche de cuidar a Breeze y su oso de peluche, ahora éste se siente mucho mejor hoy día.
Aquí puedes ver un video con este lindo caballito y su oso de peluche.
Todos necesitan cariño y amor, por favor dale a compartir si también crees que todos aquellos que cuidan de animales abandonados son auténticos héroes.
