Hace unas semanas Dee Walton recibió un mensaje que le causó escalofríos. Ella trabaja para la organización Sawyers Gully Animal Rescue en Australia y la mujer que había llamado solicitó ayuda para cuidar de unos gatitos, la madre de los cachorros vivía en la calle y esta mujer solía darle comida, pero ahora su vecino había matado a la gata, contó la mujer. La había matado de una forma muy cruel, levantándola por la cola arrojándola contra un auto hasta que pareciera estar muerta, la razón era porque la gata había entrado a su jardín. Pero dicen que los gatos tienen siete vidas, y la gata de hecho logró sobrevivir el maltrato violento, pero no lo sabía ni la mujer que llamó a Dee ni el vecino que había intentado matarla. La verdad se reveló un día más tarde.
Poco después de que Dee había recibido la llamada sobre los gatitos llegó otra organización para recogerlos, sólo tenían una semana de nacidos y en verdad necesitaban a su madre, pero todos pensaban que estaba muerta.
El día siguiente sucedió algo milagroso, la madre, que ahora se llama Princess, había despertado, el maltrato violento le había paralizado las patas traseras pero igual estaba decidida de volver donde sus crías, se arrastraba con la ayuda de las patas delanteras para llegar al sitio donde había dejado sus crías, seguramente le tomó mucho tiempo y le probablemente le causó mucho dolor.
Por suerte le encontró la RSPCA, la misma organización que había recogido a sus crías y por fin la familia se pudo reunir.
Princess fue examinada por un veterinario quien descubrió un microchip con cual pudieron rastrear su dueño original, lamentablemente no estaba interesado en encargarse de una gata paralizada y Princess tuvo que quedarse en el refugio. Princess había tenido mala suerte, según el veterinario iba a quedar paralizada por el resto de su vida y que necesitaría ayuda para poder orinar y defecar.
Dee estaba muy conmovida por lo que le había sucedido a la gata y decidió ayudarle, se llevó toda la familia de gatos a Sawyers Gully Animal Rescue. Allí Princess puede vivir el resto de su vida y los gatitos se quedarán hasta que puedan ser adoptados. Princess siempre necesitará ayuda y hay planes de construirle una silla de ruedas para que sea más fácil para ella trasladarse.
La vida cotidiana de Princess ha cambiado para siempre por culpa de un hombre que creía tener el derecho de acabar con la vida de una gata, sólo porque había visitado su jardín.
Mil gracias a Dee Walton y a todos los demás que han ayudado a Princess y a su familia.
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