Charlotte Ponce tenía tan solo 3 meses cuando sufrió un terrible incidente del que se acordaría cada vez que se mirara al espejo por el resto de su vida.
Sus padres la dejaron durmiendo en su cunita con su biberón con leche. Luego se supo que Charlotte tenía leche en su cara, lo que hizo que la mascota de la familia, un mapache, se subiera a la cunita atraído por ese olor. Entonces sucedió lo impensable: el mapache empezó a comerse la carita de Charlotte.
La niña perdió su oreja derecha, nariz, labio superior y partes de su mejilla derecha durante el terrible ataque del animal.
El trágico incidente llevó a que los padres de Charlotte perdieran la custodia tanto de la niña como de su hermanito. Los dos niños fueron trasladados a la casa de sus familiares, Sharon y Tim Ponce.
A pesar de las numerosas y dolorosas cirugías reconstructivas, la pequeña nunca se quejó, escribe el Daily Mail.
Koongkirt Chaiyaste, la principal médico de Charlotte, la ha estado tratando durante cinco años. En 2003, 11 años después del horrible incidente, la Dra. Chaiyaste se preparaba para llevar a cabo la mayor y más importante cirugía reconstructiva que llevó a cabo en su carrera.
El plan era extraer cartílago de sus costillas para injertarlo en su brazo, donde se desarrollaría una nueva oreja. Entonces sería posteriormente transplantada al área de su oído para sustituir a la oreja que perdió siendo una bebé.
Ahora, a la edad de 14 años, Charlotte finalmente puede hacer lo que siempre soñó: llevar pendientes. La niña había guardado 50 pares esperando tener su nueva oreja.
Gracias a estos talentosos médicos Charlotte puede finalmente sentirse como los otros niños de su edad.
Naturalmente, esta operación significó mucho para Charlotte. Nunca dejó de tener esperanzas y ahora quiere convertirse en ingeniera biomédica cuando sea mayor, para así ayudar a otras personas que hayan perdido partes de su rostro o cuerpo.
¡Por favor, comparte la historia de Charlotte para desearle lo mejor en un futuro!