Veterano lleva un perro adiestrado a la prisión – éste inmediatamente corre hacia una reclusa

Los perros son realmente los seres más amables del mundo. Es increíble ver cómo pueden transformar nuestras vidas para bien y cómo nos aman, incondicionalmente, sin importarles quiénes somos o qué hacemos.

El perro adiestrado Pax no es una excepción. Cuando se le emparejó con el veterano Bill Campbell, Pax ayudó a transformar la vida del valiente ex soldado, dándole la fortaleza emocional que necesitaba para seguir adelante. Sin embargo, Bill pronto descubriría que no era a la única persona que Pax había ayudado en ese camino hacia la recuperación.

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Cuando el veterano de la guerra de Irak, Bill Campbell, regresó a casa en los Estados Unidos, se encontraba bastante mal. Durante su tiempo en el servicio, sufrió una traumática lesión cerebral tan grave que regresó a su país con un 100% de discapacidad.

Su estrés post-combate lo impactó hasta tal punto que ahora el ex combatiente de 47 años apenas podía salir de su casa en el estado de Washington. Su familia estaba preocupada por su estado de ánimo y su calidad de vida.

Afortunadamente, su familia se tranquilizó cuando Bill recibió a Pax, un perro entrenado para el TEPT (trastorno por estrés post-traumático). El fiel labrador de color canela fue capaz de darle a Bill la fuerza emocional para seguir adelante con su vida de una manera que no lo hubiera podido imaginar cuando regresó de nuevo a los EE. UU.

Bill estaba tan agradecido con Pax que decidió conocer a la mujer que lo había entrenado. Entonces, Bill y Pax hicieron un viaje al correccional de mujeres de Bedford Hills.

Reconocimiento instantáneo

Cuando llegaron a las instalaciones, era evidente ver que Pax recordaba el tiempo que pasó allí. Y más que eso, Pax no podía esperar para encontrarse con su vieja amiga. Su rabo se movía agitado y sus ojos excitados buscaban desesperadamente a su antigua entrenadora, una mujer llamada Laurie Kellogg.

Finalmente, Pax vio a Laurie correr en los terrenos de la prisión. Y se lanzó rápidamente hacia ella para saltar a su alrededor de emoción.

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“El me dio la sensación de libertad”

Tras la emotiva reunión, Laurie y Bill se saludaron y los tres fueron al edificio donde 27 reclusas de la prisión entrenan a futuros perros de servicio.

Laurie, quien recibió a Pax solo tres semanas después de la muerte de su padre, explicó el impacto que tuvo en ella.

«Yo también tenía TEPT (trastorno por estrés post-traumático), después de años de violencia doméstica y tenía flashbacks «, le dijo a Bill.

«Pax lo sabía, y él me hizo sentir que yo no estaba allí, que estaba en el presente. Estaba segura que haría que alguien se sintiera a salvo, una vez más. Pax me dio una sensación de libertad en un lugar donde se suponía que debía sentir todo menos eso».

Mira el vídeo de abajo y verás el emocionante encuentro entre los dos: 

Los perros adiestrados como Pax mejoran la vida de incontables personas, de una manera difícil de comprender. Me ha emocionado oír las historias de Bill y Laurie y la manera en la que Pax les ayudó a volver a la realidad. 

Si consideras que los perros adiestrados se merecen un reconocimiento, ¡comparte esta historia con todos tus amigos del Facebook y trasmíteles algo positivo de la vida!

 

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