Hay pocas cosas más fastidiosas y dolorosas que los calambres. Existen varias razones que dan lugar a estos dolorosos espasmos musculares, entre ellas, la falta de micronutrientes o el enfriamiento. ¿Eres de los que sufren estos molestos dolores? En este artículo queremos darte a conocer sus posibles causas y ofrecerte varios trucos para aliviarlos.
La mayoría de nosotros hemos sufrido estos espasmos o calambres musculares, que a menudo se producen en pies, manos, gemelos o muslos. Estos pueden tener su origen en distintas causas.
1. Enfriamiento
Aunque lo ideal es que la temperatura de nuestra habitación al dormir sea baja, demasiado frío puede hacer que nuestros músculos se vuelvan rígidos y se contraigan.
Es por eso que cuando dormimos con el aire acondicionado o con un ventilador es más probable que nos den calambres. Así que ya saben, si pueden tápense las extremidades para evitarlo.
2. Deshidratación
La falta de ingesta de líquido o la sudoración excesiva puede hacer que te deshidrates y pierdas electrolitos, lo que puede provocar calambres.
3. Pasar mucho tiempo de pie
Pasar todo el día de pie es como estar todo el día haciendo ejercicio, pero sin calentar los músculos.
Los calambres se dan frecuentemente cuando realizamos esfuerzos físicos intensos, por eso los sufren tanto los atletas. Pero también se pueden dar si llevamos tacones o si forzamos demasiado los músculos.
Por su puesto, no les aconsejamos dejar de ejercitarse, pero intenten calentar o estirar una vez terminen el día, para evitar que los calambres hagan acto de presencia más tarde.
Trucos para evitar los calambres
1. Bébete el agua de los pepinillos
Ya puedo imaginar tu cara de asco, pero sí, beberse el agua de los pepinillos en vinagre puede ser una buena solución si tienes calambres. Este agua tiene mucha sal, precisamente lo que necesita el cuerpo para reestablecer su equilibrio y evitar estos espasmos.
La mezcla de agua, sales y vinagre permitirá que nuestros músculos recuperen las sales minerales perdidas. Eso sí, no bebas en exceso, la sal en exceso es dañina para la salud.
2. Jabón entre el colchón y el cobertor.
Esto puede sonar muy raro, pero es el típico remedio de la abuelita que no falla, aunque algunos dicen que es sólo un placebo.
Consiste en colocar una pastilla de jabón entre el colchón y el cubrecolchón. ¡Mano de santo! Así evitarás esos calambres nocturnos y mañaneros.
3. Una ducha calentita
El agua caliente relaja los músculos, lo que aliviará los espasmos y la rigidez muscular que provoca los calambres. Eso sí, asegúrate de secarte bien o tendremos el mismo problema.
4. Come bananas.
La banana es una fruta muy rica en potasio, un micronutriente que ayuda a que los músculos se muevan sin dolor. Por eso que es una de las frutas favoritas entre los deportistas y las bailarinas.
4. Come albaricoques secos
Los albaricoques secos son de gran ayuda para los que sufren calambres nocturnos. Está demostrado que comer dos albaricoques secos al día durante un mes ayuda a reducirlos, ya que contienen gran cantidad de potasio también.
5. Toma magnesio
Los suplementos de magnesio también son de gran ayuda para los calambres. Si tomas un poco de magnesio antes de acostarte puedes hacer maravillas contra estos dolores musculares.