Muchas fines de semana, cuando por fin tengo tiempo de desayunar tranquilamente, me suelo preparar unos huevos.
¿Y las cáscaras? Pues las tiro. O debería decir mejor, las tiraba, porque no creo que vuelva a hacerlo después de ver esto.
Creo que desperdiciamos mucha comida y tiramos demasiado a la basura, y seguro que podemos hacerlo mejor. La comida siempre se puede aprovechar mejor y deberíamos hacerlo. Consumir de forma responsable y generar menos basura ayuda al planeta, nos ayuda a todos.
Las cáscaras de huevo son un buen ejemplo.
La mayoría las tiramos a la basura, pero podemos reutilizar las cáscaras de forma que pueden incluso beneficiar a nuestra salud. La cáscara de un huevo contiene aproximadamente 90% de calcio puro, un valioso mineral que es muy importante para nuestros músculos y huesos.
¿Pero cómo hacemos para reutilizarlas?
Sólo hay que sacar el polvo de las cáscaras.
Paso 1
Comienza enjuagando las cáscaras en un colador. Enjuágalas bien, asegurándote de que la membrana de los huevos no se va.
Paso 2
Pon las cáscaras en una cacerola con agua hirviendo y asegúrate de que se mantienen bajo agua todo el tiempo. Híerbelas durante 10 minutos para eliminar posibles bacterias.
Paso 3
Retira el agua y pon las cáscaras en una bandeja de horno. Métela en el horno, a 200 grados, durante 15 minutos.
Paso 4
Cuando las cáscaras estén bien crujientes, sácalas y déjalas enfriar. Mételas entonces en una batidora o licuadora para hacerlos polvo, literalmente.
Paso 5
Y aquí tienes un polvo natural de calcio que puedes añadir a tus comidas. Lo puedes espolvorear en sopas, en postres, salsas o bebidas, y te ayudurá a mantener tu esqueleto fuerte.
Media cucharadita contiene alrededor de 400 miligramos de calcio, según The Crunchy House Wife.
En el siguiente vídeo puedes ver el proceso.
Sin duda una inteligente idea para dar un aporte de calcio a tu cuerpo.
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