Como muchos leales lectores de Newner, Annabel también busca soluciones inteligentes y creativas para los problemas del día a día en su casa. Por ejemplo, ella tiene una hermosa gran ventana en la habitación con enormes paneles, pero había un problema: quería que le entrara más luz, sobre todo esa luz de la mañana, sin renunciar a su privacidad. Mientras buscaba inspiración en Internet, Annabel tuvo una gran idea: cubiertas de encaje para las ventanas.
Para hacerlas fabricó un buen lote de “gelatina de almidón”, para crear el perfecto adhesivo casero. El pegamento está hecho de cosas que todos tenemos en casa: almidón de maíz, agua fría y agua hirviendo. Con esto, en menos de una hora Annabel tenía listas sus cubiertas de encaje. Por suerte para nosotros, compartió su proyecto en su blog para que todos puedan aprender a hacerlo.
“Este es el proyecto más rápido, fácil y barato pero estoy 100% enamorada de los resultados”, escribe Annabel.
Mira más abajo para ver cómo transformó su habitación.
Aquí está la ventana de la habitación de Annabel.
Annabel extendió una capa de “gelatina de almidón” en cada panel de la ventana. La gelatina, que actúa de adhesivo, consiste en dos cucharadas soperas de almidón de maíz e igual cantidad de agua fría. Luego Annabel añadió 3 tazas de agua hirviendo a la mezcla.
Antes de mezclar el gel, Annabel cortó una pieza rectangular de encaje.
Extendió una capa gruesa de pegamento en la ventana y se aseguró de cubrir todas las esquinas y bordes.
Para evitar las bolsas de aire, lo mejor es planchar la tela.
En menos de una hora, Annabel resolvió de forma elegante el mantener su privacidad y disfrutar de la luz de la mañana. Cuando quiera quitar el encaje, tan sólo necesita arrancarlo desde un extremo y luego limpiar la ventana con agua caliente.
Queda bonito ¿Verdad? ¿Crees que es un buen truco? ¡Comparte la idea de Annabel para inspirar a más personas!