La fruta fresca es de lo más rico que se puede comer. A mí me gusta llevarme al trabajo una manzana, cortada en trocitos, para comerla cuando el hambre ataca entre comidas. Cuando voy a comer los trozos de manzana, que están cortados desde la mañana, ya no se ven tan frescos ni saben tan bien. Por eso me alegré mucho de encontrar este truco y ahora lo quería compartir con vosotros. Hay que cortar la manzana como se ve el vídeo y luego envolverla con papel de plástico de cocina. Es fácil transportarla así y cuando la tengas que preparar de antemano verás que se conserva bien y sabe exactamente como cuando está fresca y entera. ¡Fantástico!
Aquí puedes ver cómo hacerlo:
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