Tengo que reconocer que desde pequeña siempre me ha encantado los higos. Así que, sí, yo también me quedé de piedra cuando me enteré: toda la vida creyendo que le higo era una fruta y no, es un "sicono", un racimo de flores del revés.
Y lo que más te va a sorprender es saber que muchas higueras, para reproducirse, necesitan que una avispa se meta dentro de estos siconos, muriendo en su interior.
Los higos son una especie de flores invertidas que florecen dentro de una vaina oscura y donde cada flor produce un fruto con una sola semilla llamada “aquenio”.
Por lo tanto, cuando nos comemos un higo maduro, nos estamos comiendo cientos de frutos chiquititos.
La cuestión es que debido a esta estructura, estas flores no pueden polinizarse simplemente con el polen arrastrado por el viento. Necesitan que las avispas de los higos intervengan.
La avispa hembra se introduce en el higo masculino que no es comestible para depositar sus huevos. Éste tiene una forma ideal para albergar los huevos de avispa. El problema, es que al hacer esto el insecto pierde sus alas y, al no poder salir, muere en el interior. Eso sí, sus larvas se desarrollan y finalmente salen fuera para seguir alimentando el ciclo de la vida.
Pero si una avispa se mete en un higo hembra, que es el que terminamos consumiendo, ésta muere en su interior también y sus huevos no llegan a desarrollarse ya que no cuenta con la estructura necesaria. Pero lo bueno es que éste se poliniza y llega a madurar.
Pero no te preocupes, el higo se encarga de disolver el cadáver y convertirlo en proteínas. Además, muchos de los higos que se comercializan ya no necesitan ser polinizados por las avispas para madurar.
¿Te sorprendió esta noticia? Por favor, compártela con tus amigos de Facebook.