La sandía es una fruta muy refrescante y perfecta para los días de calor. Pero la verdad es que cortarla y quitarle la cáscara no es precisamente sencillo. Así que me alegró mucho encontrar este truco que voy a probar cuanto antes. Es un método ingenioso para quitarle para cortarla en pequeños trozos iguales, fáciles de comer. Además la presentación queda muy bien y es buena forma de guardar lo que sobre después en el frigorífico. ¡A ver qué te parece!
1. Comienza partiendo la sandía por la mitad sobre una tabla de cortar.
2. Pon la primera mitad boca abajo. Si no quieres tener la cáscara, se la puedes quitar de la forma que se ve en la foto.
3. Haz cortes rectos en toda la sandía.
4. Dale la vuelta para hacer ahora los cortes en el otro sentido. Ya tienes pedacitos pequeños del mismo tamaño, fáciles de tomar y comer.
5. Pero si también quieres servirlos de forma sencilla, busca un bowl que tenga el tamaño aproximado de la sandía y ponlo sobre la media sandía cortada.
6. Pon una mano debajo de la tabla y la otra en el bowl y dale la vuelta.
7. … y voilà! Ya puedes servir la sandía partida en pequeños trozos 🙂
En el siguiente vídeo puedes ver todo el proceso:
¡Compártelo! 😉