Algunas historias no tienen un fin feliz feliz, pero igual pueden tener algo que nos puede enseñar mucho.
Porque si te das cuenta de que te están utilizando y si las persoans que pensabas que te queríqan te tratan mal, entocnes hay que hacer algo. Por ejemplo como lo hizo este hombre de esta historia.
Fue una decisión difícil de tomar, pero me parece que este padre se merece todo el respeto del mundo por haber hecho algo.
Lee la historia y entenderás lo que quiere decir. Y si quieres puedes compartir la historia para que inspire a más personas que están en una situación difícil.
Mi hijastra se casará pronto. Planear la boda ha consumido la mayor parte de su vida y la de su mamá durante los últimos seis meses (digo su mamá porque no estamos casados, aunque hemos vivido juntos por 10 años). Mi hijastra se graduó en diciembre del año pasado de la universidad. Yo pagué para que fuera, aunque era una escuela estatal, me costó 40 mil dólares.
Ella no tiene trabajo y ha estado viviendo con nosotros durante su carrera universitaria y después de su graduación. También le compré un auto para que pueda ir y venir de la universidad cuando terminó la secundaria.
Cada cierto tiempo su perezoso padre aparecía en su vida y ella lo adulaba muchísimo. A pesar de que no ha contribuido con un centavo para su educación o pagado ninguna manutención. Pero eso es la culpa de mi novia al no dejar la manutención de los hijos como parte del arreglo de divorcio.
Mi hijastra todavía lo ama y lo quiere en su vida. Él se queda el tiempo suficiente para romperle el corazón al no parar en nuestra ciudad o al romper algunas promesas que le había hecho.
El lugar de la boda iba ser poia albergar máximo 250 personas. Yo les di una lista de 20 personas que quería invitar. Al fin y al cabo estaba pagando por todo. Me dijeron que no había problema y que ellas se encargarían de eso. Así que les hice saber a estas personas que recibirían una invitación y que debían reservar la fecha.
El sábado vi a uno de mis amigos de la lista en el campo de golf y le pregunté si asistiría. Me dijo que no estaba invitado y que había recibido un anuncio de boda pero no una invitación. Lo tenía en el asiento trasero de su auto (junto con probablemente seis meses de correo) y me lo mostró. Efectivamente era un anuncio y mi nombre no aparecía en ninguna parte.Tenía el nombre de su padre y madre pero no el mío.
Esto llevó a una gran discusión con mi novia al darme cuenta de que NINGUNO de mis veinte invitados “pasó el corte” para la lista final porque “250 personas es muy poco”. Estaba enojadísimo pero no podía hacer mucho porque las personas que me importaban ya habían sido ofendidas. Mi novia dijo “si algunas personas no confirman, es posible que podamos incluir un par”. Pero esa fue una última cachetada en la cara en mi opinión. Así que estaba hirviendo el sábado.
Ayer, tuvimos una cena con la familia del novio, nosotros y un invitado sorpresa, “el verdadero papá”. En esta pequeña cena mi hijastra anunció que su “verdadero papá” iba a ser capaz de asistir a la boda y entregarla a su futuro esposo. Esto fue recibido con un coro de “Oh que genial” y “Oh que maravilloso”.
Creo que nunca antes me había sentido tan enojado e irrespetado. Estaba temblando. Me tomé unos segundo para recuperar la compostura porque honestamente no estaba seguro si llorar o comenzar a dar golpes o ambas cosas. Una vez que estaba seguro que sería capaz de hablar me paré de mi silla y dije que quería hacer un brindis. No recuerdo exactamente que dije pero fue algo así:
“Me gustaría hacer un brindis”. El sonido de las cucharas contra las copas sonaban en mis oídos. “Ha sido un gran placer para mí ser parte de esta familia en los últimos diez años”. Aww que tierno dijeron. “En este punto de mi vida siento que debo una gran gratitud a la novia y al novio porque me han hecho abrir los ojos de algo muy importante”. Sonrisas confiadas se intercambiaron en la mesa. “Me han mostrado que mi posición en esta familia no es la que yo pensaba que era”. Ahora, una tenue confusión y conmoción se propagó en los rostros de todos. “Aunque alguna vez pensé que yo era el patriarca o el padrino de la familia, que merecía un gran respecto y que se me buscó para ayudar en tiempos de necesidad, parece que sólo cumplo el rol de un cajero automático: bueno para ofrecer dinero pero no mucho más. Como fui reemplazado como anfitrión tanto en las invitaciones como en la ceremonia renuncio a mis obligaciones financieras como anfitrión y se las dejo a mi sucesor, el verdadero padre. Así que salud por la feliz pareja y el camino que han escogido”. Terminé mi trago. “Todos ustedes pueden irse ahora”.
¿Es esto egoísta? ¿Debo pagar 40 a 50 mil dólares por una boda a la cual no puedo invitar a nadie? ¿De la cual no soy parte? Me harté de esta mierda. Me harté de mi hijastra. Me harté de mi novia. La misma noche transferí todo el dinero de nuestra cuenta compartida.
Simplemente me harté.
Por favor comparte esta historia si te parece que el padrastro hizo lo correcto.
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