Lionel Lepezel ha vivido toda su vida en el pueblito francés llamado Charny-sur-Meuse.
Conoce el pueblo y su entorno como la palma de su mano, a Lionel también le gusta dar paseos largos en los bosques densos de la zona.
Muchas veces sale a buscar setas, pero no es un sitio cualquiera en el que Lionel camina, cerca del bosque se encuentra el que fue escenario de una de las batallas más largas y sangrientas de la primera guerra mundial; la batalla de Verdun.
La batalla de Verdun se ha descrito como una «carnicería” y si lees en los libros de historia entiendes por qué.
Más de 300.000 personas perdieron la vida aquí, la mayoría eran alemanes y franceses.
Pero normalmente Lionel Lepezel no anda pensando en aquellas crueldades que pasaron en la zona hace mucho tiempo, más bien busca lo que para él es el oro del bosque, las setas.
Pero un día, cuando se afanaba en esta tarea, descubrió algo que iba a cambiar su vida para siempre, entre los arbustos vio algo que brillaba.
Lionel se agachó para recoger el pequeño objeto brillante.
Resulta que era un anillo de oro – pero las letras inscritas por el lado interior del anillo hicieron que su corazón latiera muy rápido.
”Martha et Léonce, 18/07/14”, decía la inscripción.
Lionel comprendió que se trataba de una alianza de boda, según la fecha era del 7 de julio 1914, sólo dos semanas antes del inicio de la primera guerra mundial.
Entonces Lionel decidió tratar de encontrar al dueño del anillo, ¿pero cómo haría para encontrar al dueño o sus familiares después de tanto tiempo?
Primero pidió consejo a su amigo Cédric, quien es profesor y ha investigado mucho sobre lo que pasó en Verdun durante la primera guerra mundial.
Lionel y Cédric revisaron un montón de documentos y archivos de testigos entrevistados, pero no encontraron la persona que buscaban.
Después de 10 años de búsqueda los dos – Lionel y Cédric – se rindieron.
Pero a finales de 2016, de repente sonó el teléfono de Lionel, era Cédric.
Le contó que tal vez el misterio estaba llegando a un fin, se habían hecho públicos los archivos con los números de identificación de los soldados de la guerra.
La noticia les dio nuevas ganas de seguir investigando.
Juntos siguieron buscando en los archivos y hallaron un hombre llamado Achille Léonce Bourrelly, había fallecido en 1916 en más o menos el mismo sitio donde Lionel encontró el anillo.
Después de todos estos años, Lionel y Cédric al final habían encontrado una pista interesante.
Lionel encontró además dos números de teléfono de dos posibles descendientes de Léonce, el primer número estaba equivocado pero de todas formas decidieron mandar un mensaje a la segunda persona, un señor llamado Alain Bourrelly.
Alain estaba muy sorprendido al oír el mensaje de voz de Lionel en su teléfono, quién preguntó si Alain sabía de algún familiar que había fallecido en la batalla de Verdun.
Alain devolvió la llamada de inmediato y Lionel le contó toda la historia.
Resulta que el anillo pertenecía al abuelo de Alain.
”Lionel dijo que podría ir a retirar el anillo al día siguiente, no pude dormir esa noche, sabía que mi padre nunca llegó a conocer a su padre, después de la guerra su madre lo crió, no hablamos mucho sobre el tema”, explica Alain.
Alain también buscó el acta de matrimonio de sus abuelos y el certificado de defunción de su Léonce, Léonce Bourrelly murió por las heridas de una granada.
Alain y su familia decidieron ir a visitar a Lionel y Cédric, sin embargo quisieron esperar al otoño, más o menos la misma parte del año en cual murió Léonce.
Juntos salieron al campo, donde habían sido las batallas sangrientas y donde Lionel encontró el anillo.
El ambiente y el recuerdo de la batalla que había costado la vida de tantos hombres aquel día hace 100 años lo hizo un momento muy conmovedor.
”Cuando ves todo esto se te hace un nudo en la garganta, mi abuelo murió en la zona entre dos pueblos que fueron totalmente destruidos en la guerra, habían excavado diques en el suelo congelado, fue un masacre total”.
Alain nunca pudo conocer a su abuelo, pero recibir su anillo de bodas 100 años después de la batalla significó mucho para él.
¡Qué gran trabajo por parte de Lionel y Cédric, no se rindieron en la misión de devolver el anillo a su dueño verdadero!
Además descubrieron una historia familiar que llega directo al corazón.
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