Se hicieron grandes avances en la medicina en el siglo XIX. Contribuyó a ello una persona cuyo destino fascinante jamás debe ser olvidado – la leyenda del médico James Barry.
Lamentablemente se olvidaron muchos de sus descubrimientos, en gran parte debido al secreto que él guardaba sobre su vida.
No fue hasta su entierro, en 1865, cuando se reveló la verdad sobre este gran médico.
En 1865 se graduó la primera mujer médico en Gran Bretaña, pero poco después ese mismo año se reveló que no había sido la primera.
La noticia fue un shock para la Inglaterra victoriana: el médico James Barry, con más de 46 años en el ejército, ¡era una mujer!
Se cree que James Barry nació en la ciudad irlandesa Cork, alrededor del año 1799. Los investigadores no están de acuerdo sobre cuál era su nombre verdadero, pero la mayoría cree que podría ser Miranda o Margaret.
Su familia era muy pobre pero el tío materno de James era un artista conocido y notorio, James Barry.
La familia igual una gran red de contactos, que serían la llave para la carrera sensacional de James Barry que estaba por comenzar.
El aristócrata Lord Buchan, que defendía los derechos de las mujeres, arregló para que la chica se inscribiera en la facultad de medicina en Edinburgh ya a la edad de 10 años.
Vestido de niño y bajo el nombre de James Barry, la chica entró a un mundo totalmente dominado por hombres – estaba prohibido para mujeres estudiar medicina en aquel tiempo.
James Barry mostró un talento para la medicina e impresionó tanto a los compañeros de estudios como a los profesores.
Era baja de estatura pero tenía una actitud segura, escribe Läkartidningen.
Su actitud y falta de miedo era algo que mantuvo durante toda la vida, James Barry nunca temía decir su opinión.
Se graduó en 1812 y recibió unas pasantías con uno de los cirujanos más prominentes de Londres, luego fue contratada como médico del ejército, donde hizo una carrera impresionante.
Después de cuatro años desde su graduación, James Barry fue nombrada ”assistant surgeon to the forces” (cirujano asistente de las fuerzas armadas) en Kapkolonin en Sudáfrica.
El gobernador hipocondríaco, Lord Charles Somerset, pronto comenzó a apreciar a James y la nombró su médico personal.
Muchos de los colegas de James Barry sentían envidia por este nuevo médico, sobre todo porque tenía ideas muy avanzadas sobre medidas e higiene para los más desfavorecidos, los mentalmente enfermos, presos, pobres y los negros.
En muchos sentidos, Barry cambió el sistema de salud en todos los sitios en los que trabajaba. Se dio cuenta de la importancia de comida fresca y cocinas limpias como una medida para combatir enfermedades, también era pionera en cuanto a consejos sobre el cuidado de la salud de uno mismo como ciudadano.
Barry también inició una campaña de vacunación contra la viruela – 20 años antes de iniciarse algo semejante en Inglaterra, bajó el índice de mortalidad un 90 por ciento en la enfermedad del hospital militar en la Ciudad del Cabo, en comparación con el hospital de Sukari donde la famosa Florence Nightingale trabajaba.
Aun así, James Barry nunca llegó al mismo estatus de estrella que tenía Florence Nightingale.
James Barry también se hizo famoso por su trabajo exitoso con el método de cesárea.
Logró como primer médico hacer la operación tan rápido y limpiamente que tanto la mujer como el niño podían sobrevivir, a pesar de la falta de anestesia y antiséptico.
Durante su tiempo en la Ciudad del Cabo, siempre hubo rumores de que el doctor Barry en realidad era una mujer, aunque nadie se atrevía decirlo públicamente.
Al final tuvo que dejar Sudáfrica, porque su manera de criticar y hablar libremente le habían generado demasiados enemigos.
Cansada y enferma, regresó a Inglaterra en 1864, después de haber sido una empleada como médico del ejército toda su vida en las diferentes colonias del reino británico.
Olvidada y sola, murió al año siguiente en Londres, por causa de “diarrea de verano epidémico”.
Fue antes del entierro cuando su asistente del hogar descubrió que James Barry en realidad era mujer, encontraron estrías sobre el abdomen, indicando que James Barry había estado embarazada.
Probablemente también había dado a luz un hijo pero nadie sabe quién habría sido el padre.
Puede haber sido lord Charles Somerset, con quien “Margaret” probablemente tenía un romance durante su tiempo en Sudáfrica.
El escándalo se posó como una sombra sobre los avances médicos de James Barrys, muchos sintieron que era poco factible que una mujer hubiera podido alcanzar ese nivel en la medicina de la Inglaterra victoriana, la profesión de médico y cirujano era territorio de los hombres.
La famosa Florence Nightingale tampoco se mostró impresionada por su colega:
”Después de su muerte me enteré de que Barry era mujer, en mi opinión era la persona más dura que he encontrado en el ejército” habría dicho Nightingale.
Muchos dijeron después de su muerte que ya conocían su secreto desde hace muchos años atrás, pero el ejército británico mantuvo todos los documentos sobre James Barry clasificado durante 100 años, lo que demuestra que era un asunto muy sensible.
Lamentablemente James Barry nunca tuvo el reconocimiento que merecía durante en vida, pero sus métodos se practican hasta hoy en día.
Para nosotros es obvio que una higiene estricta es necesaria en los hospitales para poder salvar vidas y que un parto por cesárea no tiene que ser fatal.
Siento que es importante contar la historia de la vida y el trabajo de James Barry para que más personas puedan leer sobre esta mujer valiente y talentosa.
Su vida era complicada pero parece que le importaba mucho trabajar por el bien de los débiles y los oprimidos, y es impresionante cuánto ha influenciado la medicina moderna.
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