Puede ser en el sitio de trabajo, en los colegios o en diferentes organizaciones – se encuentran por todos lados, aquellas personas que aprovechan para oprimir y acosar a otros cuando tienen la oportunidad.
Pero tarde o temprano las cosas la vida te devuelve lo que das.
La mujer de esta historia fue constantemente acosada por su jefe, tardó varios años pero al final se presentó una oportunidad para su venganza, después de todo lo que había aguantado, sintió que era lo justo. Una muestra de las consecuencias que puede tener el no respetas a los demás.
Trabajé en una empresa que ofrecía rebajas a clientes que querían renovar el aislante y otras instalaciones en su casa, se trataba de una campaña de “cuida el medioambiente”.
Trabajé un año y medio, más o menos, e hice lo que pude para conocer a todo el mundo, traté de unirme a la liga ficticia de fútbol pero después de algunas victorias, comenzaron “sin querer” excluirme.
En la fiesta de navidad (mi invitación desapareció en el correo pero al final me enteré igual) tuvieron una lotería y sacaron mi nombre, gané un premio – ¡un iPad! Me sentí muy confundida, luego dijeron que había ganado por equivocación.
Después de un tiempo el jefe comenzó a decirme que mi trabajo no alcanzaba los criterios para el puesto que tenía, me esforzaba al máximo, trabajé horas extra, llegaba temprano y me mantenía informada sobre todo con lo que tenía que ver con mi trabajo, ¡pero no era suficiente!
Empeoró cada día más, hablaron mal de mí, recibí tareas que nadie podía solucionar y en los días peores del acoso mezclaron lo agresivo con lo pasivo.
Comencé a tener ataques de pánico de camino al trabajo, tenía pesadillas y poco a poco me estaban derrumbando. Mi esposo trató de convencerme de dejar el trabajo pero entonces no tendríamos un seguro.
Seguí luchando… pero no importaba si mejoraba mi trabajo o lo duro que trabajaba, me decían que no era suficiente.
Me regañaron delante de los demás, humillándome frecuentemente.
Soy una persona orgullosa pero tengo un límite de cuánto aguanto, corrí al baño para llorar, para volver el día siguiente y seguir aguantando la misma tortura.
Tuvimos una reunión e iban a reorganizar los puestos de algunos empleados, ¡me nombraron como uno de los candidatos que podrían ser promocionados!
Después de la sorpresa envié un correo a mi jefe diciéndole que estaba muy emocionada y que no se decepcionaría.
Luego ese día, después del almuerzo, me pidió que fuera a su oficina, tenía el comunicador encendido para hablar con el departamento de recursos humanos. En los siguientes 15 minutos me contaron lo mal que hacía el trabajo y que mi personalidad no encajaba, etc.
Cuando intenté defenderme, me interrumpió me jefe, alzaba la voz y al momento tenía una caja con mis pertenencias.
Me encontraba en estado de shock, caminé a casa y me quedé en la cama durante varios días. Hasta que conseguí recuperarme y estaba determinada a seguir adelante.
Aunque nunca me habían gustado los estudios decidí volver a estudiar y me gradué en artes, ¡jamás me había considerado una artista!
Pronto tuve mi primera exposición y sorprendentemente salió bastante bien, una obra se vendió en casi 1.000 euros.
El comprador quiso verme en persona y lo reconocí inmediatamente cuando lo vi… ¡era mi jefe anterior!
Me felicitó y me dijo cuánto mi obra de arte le conmovía bla bla bla, estaba siendo tan cortés y su esposa también me halagó.
Mientras que mi esposo estaba a mi lado escuchándonos hablar, le dije a mi ex jefe que no podía comprar la pintura.
Intentó con otra pintura y luego otra, pero se las negué todas.
Estaba notablemente frustrado.
Le dije: ”Sí, están a la venta, pero no se permite vender mi arte a alguien con tu personalidad, no quiero que ninguna de mis pinturas estén cerca de personas como tú.”
Luego le recordé lo horrible que me había tratado y el sufrimiento psicológico que me había causado.
Su esposa estaba muy molesta con él.
Intentó mantener la calma pero se marchó todavía tratando de convencerme de venderle una pintura.
Yo estaba temblando y no me podía creer que habiese hecho semejante cosa, por un lado necesitaba el dinero pero por otro lado creí que hacia lo correcto.”
Fuente: Hrtwarming
Me alegra tanto que la mujer se tomase su revancha después de todos los años de sufrimiento, ¡comparte el artículo si también sientes que hizo lo correcto en negarle sus pinturas!
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