Dado el estatus de superestrella y el innegable talento de Simone Biles, no es de extrañar que fue una de las atletas más esperadas de los Juegos Olímpicos de París de este año.
Considerada por muchos como la mejor gimnasta de todos los tiempos, Biles, de 27 años, se ganó otras cuatro medallas (tres oros y una plata) y puso un broche de oro a la historia de su regreso, que comenzó con sus dificultades hace cuatro años en Tokio.
Algunos lectores estarán al tanto de los problemas aparentemente repentinos que afectaron a Biles en los últimos Juegos Olímpicos, cuando desarrolló los llamados «Twisties», en los que una gimnasta experimenta esencialmente una desconexión entre su cerebro y su cuerpo.
Al final se vio obligada a retirarse de Tokio, y la propia Biles ha admitido que pensó que su carrera estaba acabada. Sin embargo, el icono fue capaz de recuperarse a tiempo para París 2024, aunque entró a la competición con un peso considerable sobre sus hombros.
De hecho, puede que Simone se asocie más comúnmente con grandes éxitos y rutinas casi impecables, pero no es impermeable a la presión.
Uno sólo puede imaginarse la calma interior que se necesita para ser capaz de rendir una y otra vez cuando te consideran la mejor de la historia, sobre todo después de haber pasado por un periodo de dudas sobre ti misma y de agitación en un escenario mundial.
La presión de Biles ha sido inmensa, sin embargo hubo gente dispuesta a criticarla por elegir no comer con otros atletas en la Villa Olímpica, prefiriendo aparentemente retirarse y estar en su propia habitación.
Por supuesto, Biles tenía una muy buena razón para hacerlo (pero claro que no está sometida a ninguna presión para dar explicaciones)…
Teniendo en cuenta cómo le fue a Biles en los Olímpicos de Paris los Juegos Olímpicos de Tokio parecen una pesadilla de un pasado ya muy lejano. Sin embargo, hubo un tiempo, y no hace tanto, en que parecía que la pequeña estrella no volvería a competir.
Hace cuatro años, en plenos Juegos Olímpicos, Biles se vio fuertemente afectada a los «Twisties», los cuales le impidieron competir al cien por ciento.
«Estoy luchando contra demonios. Estoy luchando contra demonios ahora mismo, pero voy a hacerlo por ustedes», recordaba haber dicho entonces a sus compañeras de equipo. Biles optó por seguir adelante, aunque pronto se hizo evidente que no estaba en condiciones de intentar su rutina.
“Pensé que me iban a prohibir la entrada a Estados Unidos. Porque eso es lo que te dicen: ‘No vuelvas si no es oro’”, compartió más tarde.
Al final, Biles se retiró prudentemente de la competición, y la propia atleta no sabía si volvería a representar a su país en la escena internacional. Se tomó el tiempo necesario para recuperarse, antes de regresar con aplomo y llevarse a casa cuatro medallas en París este año.
Aunque la capital francesa le brindó la oportunidad ideal para despedirse de una manera acorde con su legado, su fama le causó sus propios problemas.
Según informes, París fue objeto de un creciente escrutinio después de que los atletas empezaran a quejarse de las condiciones a las que estaban expuestos en la Villa Olímpica. En medio de las críticas, la propia Biles reveló en TikTok que había dejado de comer en la Villa Olímpica porque la bombardeaban con gente que quería hacerse fotos con ella cada vez que se sentaba
“Cada vez que me sentaba a comer, mi ansiedad era tan grande que temblaba. No podía parar de temblar y estaba tan abrumada”, explicó.
En cambio, Biles optó por permanecer en su habitación y comer alimentos comprados en supermercado, un acto que provocó que se compartieran muchísimas opiniones en la red.
“La ansiedad es terrible. Yo la sufro muchísimo. Me alegro de que la suya esté lo suficientemente controlada como para que pueda concentrarse y participar en los Juegos Olímpicos”, escribió una persona.
Otra se sumó: “No la culpo. […] Cada pequeña cosa que hace o deja de hacer está siendo analizada con lupa.”
Sin embargo, otros se mostraron menos comprensivos con la situación de Biles.
“Es una engreída”, insistió una persona.
“No come con los campesinos”, añadió otro. “Es una razón muy tonta», escribió un tercero sobre la decisión de Biles
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