
Una mujer que estuvo clínicamente muerta durante ocho minutos ha descrito una extraordinaria experiencia cercana a la muerte que, según ella, cambió todo lo que creía sobre la vida y lo que hay después.
Brianna Lafferty, de 33 años, llevaba mucho tiempo luchando contra la distonía mioclónica, un trastorno neurológico poco común que provoca espasmos musculares repentinos y fatiga debilitante. Tras años de empeoramiento de los síntomas y tratamientos fallidos, dice que su cuerpo finalmente «se rindió».
Lo que sucedió después, dice, no fue el final, sino el comienzo. Brianna recuerda que su alma «flotaba» sobre su cuerpo antes de entrar en un espacio donde no existía el tiempo. Oyó una voz que le preguntaba si estaba preparada. Ella respondió que sí.
«De repente, me separé de mi cuerpo físico», dijo Brianna, según The Mirror. «No veía ni recordaba mi yo humano. Estaba completamente inmóvil, pero me sentía más viva y más yo misma que nunca».
Describe que entró en una oscuridad total, pero sin sentir miedo: «No había dolor. Solo una profunda paz y claridad. Me hizo darme cuenta de lo temporal y frágil que es realmente nuestra experiencia humana».

En ese lugar, dice, llegó a comprender que la muerte es una ilusión. «Nuestra alma nunca muere. Nuestra conciencia continúa. No terminamos, nos transformamos», explicó en una entrevista en YouTube. «Nuestros pensamientos se manifiestan instantáneamente. Creamos nuestra realidad, y eso incluye cambiar la negatividad en algo positivo».
Brianna dijo que la experiencia le dio un nuevo sentido de confianza y propósito. Al recordar sus años de enfermedad y dolor, ahora cree que todas las dificultades tenían una razón. «Hay un conocimiento de que todo sucede por una razón», dijo. «Ya no me enfado ni me altero como antes. Ahora simplemente fluyo con la corriente».
Durante su estado cercano a la muerte, también se encontró con lo que describió como otros seres, no necesariamente humanos, pero familiares. Sintió un amor incondicional y un orden divino. El tiempo, tal y como ella lo conocía, no existía.
«Todo sucedió a la vez, pero de alguna manera tenía sentido. Sentí como si hubiera sido testigo del comienzo de todo y me di cuenta de que el universo está compuesto por números», afirmó.

Cuando regresó a su cuerpo, dice que sintió como si hubiera estado fuera durante meses. Pasó cuatro días en el hospital recuperándose física, emocional y espiritualmente.
Aunque admite que le da miedo volver a pasar por una experiencia así, ya no es miedo a la muerte en sí: «La recuperación fue brutal, pero la experiencia me llenó el corazón de gratitud. Ya no estoy enfadada. Entiendo que estoy aquí por una razón».
Hoy en día, Brianna utiliza su experiencia para ayudar a otras personas que se enfrentan a enfermedades crónicas, crisis espirituales o miedos al final de la vida. «Creo que elegimos las experiencias difíciles para el crecimiento de nuestra alma. Incluso los momentos dolorosos y aterradores. Hay algo en esas experiencias que el alma no puede encontrar en el ámbito espiritual. Es así como crecemos».
¿Y la muerte? «Ya no le tengo miedo», afirma. «Es solo una puerta».
LEER MÁS:
Persona que estuvo muerta seis minutos comparte uma inquietante visión del más allá