Tener hijos es quizá la decisión más importantes que tomamos en la vida, y una cosa es segura: convertirse en madre o padre cambia la vida. Tu día, tus rutinas, tu vida social. Pero, sobre todo, no vas a ser el mismo o la misma cuando, de repente, tienes otra vida en tus manos. Esto no es, está claro, nada nuevo. Todos sabemos que la vida nunca volverá a ser igual. Sin embargo, a los que nos rodean, y sobre todos los que no tienen hijos, quizá les resulta difícil entenderlo. Ser padres es lo más fácil que existe, bueno, si uno no tiene hijos. Ser padres puede ser duro, y muchas veces puede ser molesto escuchar ciertos comentarios de personas que no tienen hijos y no han experimentado en primera persona lo que es ser padre o madre.
1. “Uff, estoy tan cansado hoy”
¿Ah, sí? ¿Cuántas veces te ha despertado tu hijo esta noche? ¿Llegó a tu cama a las 4 de la mañana llorando y diciendo que había un monstruo en el armario? No, eso me imaginaba.
2. “Tengo tantas cosas que hacer, nunca me da tiempo a todo”
Te aseguro que, si alguna vez tienes hijos, te preguntarás qué hacías con todo el tiempo libre que tenías antes.
3. “No son realmente necesarias más de 6 horas de sueño”
¿6 horas, dices? ¿Seguidas? Hay muchas razones por las que los que somos padres estamos más cansados. No dormir más de 2 horas seguidas durante 3 años es una de ellas. Disfruta de tus 6 horas de sueño seguidas… mientras puedas.
4. “Sé lo que dices, tengo un perro”
Entiendo que tener perro da trabajo. Pero, por favor, no compares tener que alimentar y sacar a pasear a un perro con tener que estar pendiente de un bebé 24 horas al día.
5. “¿Y no puedes pedir a tus amigos que te echen una mano?”
Claro, es súper sencillo, yo llamo a María, Ana, Ramón, Alberto o cualquier otro de mis amigos y les pido que se queden con mis hijos un sábado por la noche en lugar de salir con sus amigos. Especialmente avisando con una hora de antelación…
6. “Cuando tenga hijos nunca les dejaré…”
Ver la tele, comer chucherías, jugar a juegos de ordenador. Créeme, yo he estado ahí y he dicho las mismas cosas. ¿Y sabes qué? No será así.
7. “Van a venir unos amigos a casa en un par de horas a tomar algo y divertirnos ¿Os queréis unir a la fiesta?”
Ja, ja, ja, qué gracioso eres. Para mí algo espontáneo requiere avisar con 2 o 3 semanas de antelación.
8. “Estás un poco despistado/a ¿estás enfermo/a?”
Te aseguro que tú no estarías mucho más fresco si te hubieses pasado media noche en vela intentando calmar a un niño que no para de llorar.
9. “Has vista la última temporada de…”
No. Me vas as disculpar por no poder hablar de la nueva serie, película o libro que ha sido un éxito, pero tengo que cuidar a una pequeña persona que no sobreviviría sin mis cuidados.
10. “Tú solías salir de fiesta con nosotros antes.”
Sé que suena aburrido quedarse en casa un sábado por la noche, pero es un poco difícil ir a un pub con un niño.
11. “Qué tranquilidad quedarse en casa con los niños y no tener que hacer nada más.”
Sí, claro, porque los niños están tranquilos, ni te enteras de que están ahí. Y luego tampoco es para tanto darles de comer, cambiarles los pañales, poner lavadora tras lavadora, jugar con ellos, conseguir que se duerman… Es como estar de vacaciones…
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