77 años después de que 3 hombres la violasen, se encuentra con su hija por primera vez

En 1928 Mink Disbrow tenía 16 años. Un día, cuando estaba con una amiga de picnic en el campo, fue atacada por tres hombres mayores que ella. 

En el caos de la situación, las amigas se perdieron de vista, y Minka fue violada. 

Minka apenas se acuerda de la traumática experiecia que cambió su vida. Recuerda sólo detalles, como que un hombre llevaba sombrero de cowboy y que otro vigilaba. 

La joven no se atrevió a contar a nadie nada del ataque, pero pronto comenzó a sentir que su cuerpo cambiaba y que su vientre comenzaba a crecer. 

9 meses después de la violación Minka dio a luz a su hija en secreto. Llamó a la niña Betty Jane. Minka sinitió un amor inmediato cuando tuvo a su hija entre sus brazos, pero aún así pensó que tenía que darla en adopción. 

Durante décadas Minka escribió a las autoridades para saber de su hija, pero las cartas nunca llegaron a su destino.

Nunca olvidó a su hija ni dejó de quererla, pero casi había perdido la esperanza de volver a verla. 

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Casi 80 años después, hizo una petición desesperada a Dios: «Por favor, déjame volver a ver Betty Jane antes de morirme. Prometo no molestarla. Sólo quisiera volver a verla».

Lo que Minka no sabía que es que la vida ya conspiraba a su favor ya que al mismo tiempo, el juez había decidido hacer públicas las cartas que Minka había enviado a Betty Jane, quien tenía ya 77 años. 

Pronto Minka recibió una llamada y la voz, al otro lado de la línea, era excactamente la que ella había esperado oír toda su vida…

– Ella me preguntó cuándo podía venir a verme, y yo le dijo: tan pronto como puedas, cuenta Minka. 

Y por fin, cuando ya Minka tenía 93 años, el reencuentro con su hija, 77 años después, fue posible. 

madrehija

Y se fundieron en el abrazo más esperado de sus vidas…

abrazo

Hemos visto muchos momento conmovedores antes, pero pocos con la fuerza de este reencuentro. 

Mira las imágenes en el vídeo de abajo, el mágico momento tiene lugar en torno al minuto 1:45.

Para mí esta historia es una potente prueba de que nuna es tarde. Jamás hay que darse por vencido. Jamás.