Alexander ve a un niño solo por la calle en mitad de la noche – con la cara llena de sangre

Eran las 4 de la mañana cuando Alexander Bekasov iba camino a casa y vio algo muy extraño. 

Él pensaba que se trataba de un hombre pero cuando se acercó vio que era un niño que parecía estar solo. Y resultó sé mucho peor.  

Bajó la ventanilla y se dirigió al niño, que no podía tener más de 3 años. Cuando vio que no contestaba, se bajó del vehículo y se acercó al pequeño. 

Sólo entonces se dio cuenta del horror. 

El niño estaba cubierto de moretones y quemaduras, y tenía un trapo ensengrentado en la frente. 

Alexander, quien vive en Odessa, en Ucrania, se dio cuenta de que tenía que llamar a la policía. 

Alexander no consiguió sacarle una palabra al pequeño, ni siquiera la policía pudo hacerle hablar. 

Lo único que dijo fue Vova, como se suele llamar a los Vladimir.

El niño fue llevado rápidamente al hospital. 

Los médicos vieron que estaba congelado y agotado. Ni siquiera en el hospital consiguieron que el niño dijese una palabra más, lo que hizo pensar a los médicos que estaba acostumbrado a ser maltratado.  

Cuando le quitaron el vendaje ensangrentado de la cabeza, vieron una enorme herida, parecía como si hubiesen intentando cortarle una gran parte de la frente. 

Los médicos intentaron que Vova contase lo que había ocurrido, pero no recordaba nada, ni siquiera el nombre de su madre. 

El niño podía jugar y comer solo, lo que indicaba que se había criado en una familia, pero su memoria parecía estar reprimida. 

La historia del pequeño se difundió rápidamente y en poco tiempo habían recibido donaciones para pagar las facturas del hospital y para comprarle ropa y juguetes. 

Tanto las televisiones rusas como las ucranianas hablaron de él para ver si alguien podía ayudar a descubrir qué había pasado con el pequeño, pero parecía como si Vova hubiese aparecido de la nada. 

No estaba registrado como desaparecido en ninguna base de datos. 

Pasados 4 meses fue dado de alta en el hospital y fue entregado a las autoridades donde pensaron que lo mejor sería darlo en adopción a una familia que pudiese cuidarlo. 

Ocho familias mostraron interés por el niño y las autoridades garantizaron que en eligirían una nueva familia con la que no le faltaría de nada. 

Su familia de adopción decidió, por consejo de los psicólogos, mantener su identidad en secreto, para evitar la presencia y presión de los medios en torno al niño, y para que la adaptación a su nueva familia fuese más fácil. 

La policía sigue investigando qué ha podido ocurrir. Mientras, el pequeño Vovas está, desde finales de 2016, con su nueva familia. 

Le deseo lo mejor a este pequeño. Sea lo que sea que ha vivido, no ha sido nada agradable. Ahora tiene derecho a una nueva vida y hogar seguro y lleno de amor. ¡Comparte si estás de acuerdo!