Envejecer puede ser el mejor momento de tu vida. Es el momento de disfrutar de los nietos, de la jubilación y todo aquello que has esperado toda tu vida. Pero para algunas personas es un momento aterrador y solitario. Una mujer anciana aprendió esto de la forma más dura posible cuando la dejaron en el hospital Fort Campbell, en Estados Unidos.
Al mismo tiempo, Ashley Cherry estaba sentado esperando una habitación cuando vio algo que nunca olvidará.
Ashley estaba en el hospital para ofrecer apoyo a su marido, cuando una mujer en silla de ruedas apareció. La mujer fue a la sala de emergencias, pero fue enviada a la sala de espera porque ya tenía su cita. Entonces Ashley escuchó decir al recepcionista que ella no tenía familia en casa para ir a buscarla.
Ella se sentó ahí, sola y desvalida, sin forma de ir a casa.
Ashley quedó triste al ver esto, pero entonces un hombre intervino e hizo algo heróico.
«Estaba triste por ver la falta de interés de algunos (no todos) empleados sobre cómo ella volvería a casa. De repente este INCREÍBLE caballero que había estado esperando con su esposa, se acercó a la mujer y le dijo que estaría encantado de llevarla a casa», escribió Ashley en un post en la página de Facebook de Love What Really Matters.
La anciana y el hombre no se conocían. Éste no sabía siquiera dónde vivía la mujer. Pero a pesar de eso, inmediatamente se ofreció para llevarla a casa.
«Este hombre, sin conocerla o tener idea de dónde vivía, ofreció su tiempo para cuidar a esta adorable mujer. Ella se ofreció a pagarle, pero él declinó como cualquier buen hombre haría», escribió Ashley.
El nombre del hombre es Jeffery. Ashley pronto descubrió que pertenecía al ejército y que estaba destinado cerca del hospital, tras hablar con la esposa del hombre.
Jeffery fue a buscar su vehículo y llevó a la mujer a casa. Ashley ayudó a llevar afuera a la mujer en su silla de ruedas y meterla en el automóvil.
Ashley y Jeffrey se aseguró de que la mujer estuviera cómoda sentada en el coche. Ashley quedó profundamente conmovida con el gesto del hombre.
«Mientras iba a buscar su auto la llevé y la puse en el vehículo. Mientras le veía irse mi único pensamiento era ‘todavía hay gente grandiosa en este mundo’ y ‘tenemos que cuidar de nuestros mayores como este buen hombre’. No sólo sirve a nuestro gran país, él sirve a su pequeña gran comunidad. ¡Gracias!».
Hasta el momento, su post en Facebook ha recibido más de 70.000 «me gusta» y fue compartido miles de veces. No es difícil saber por qué.
¡Ahora no se olviden compartir esta historia pare recordarle a todos que todavía hay personas maravillosas en este mundo!