La vida y la muerte son dos caras de la misma moneda y a veces llegan juntas, dejando un sabor agridulce. Esto fue lo que le ocurrió a Courtney Hill, quien el mismo día que despedía a su marido para siempre recibió la noticia de que una nueva vida se estaba gestando en su cuerpo. El día del funeral Courtney comenzó a sentirse mal y se hizo una prueba de embarazo. El resultado: positivo. La mujer corrió al lado de su marido, Brian, lo cogió de la mano y le dio la noticia. No podía irse de este mundo sin darle la noticia de que un nuevo ser estaría en su vida para recordarlo siempre. Pero las sorpresas aún no habían terminado.
Courtney y Brian se conocieron en 2011, en medio de una tormenta de nieve. El resto es historia, una bonita historia de amor con un final que llegó demasiado pronto, cuando Brian falleció en un accidente de tráfico.
La nieve es uno de los grandes ingredientes de su historia de amor.
Courtney y Brian radiantes en el día de su boda.
La pareja feliz con su pequeña.
Su nuevo embarazo seguía su curso, hasta que un día Courtney comenzó a sentirse mal. Fue al médico temiendo que algo fuese mal. Pero no, nada iba mal, de hecho iba muy bien y por partida triple. Esperaba trillizos.
Courtney está muy feliz con la noticia y, según CBS Chicago, la mujer ha declarado:
“Me anima tener 3 sonrisas más que me lo recuerden (a Brian)”.
Criar sola a sus 4 hijos no va a ser fácil, pero para esta mujer es un gran regalo poder disfrutar de los hijos del amor de su vida. Su recuerdo seguirá vivo para siempre en sus pequeños.
Le deseamos mucha suerte a Courtney.