Como padre, hay una cosa que me preocupa constantemente, y es que algo pueda ocurrirle a mis preciosos hijos.
Enfermedades, cáncer, infecciones … Hay muchos peligros por ahí, pero nadie debería tener que pasar por las horribles cosas que la familia Currie tuvo que sufrir.
ADVERTENCIA POR EL CONTENIDO GRÁFICO:
Los padres de Logan, de cuatro meses, Matthew Currie y su prometida Shaneace, de Australia, notaron por primera vez que algo andaba muy mal al ver como su niño vomitaba algo de color amarillo.
En octubre, la familia había planeado hacer un viaje a la hermosa Costa Dorada pero el niño comenzó a ponerse malo. Los padres preocupados lo llevaron al médico y éste les dijo que el pequeño estaba bien y que no se preocuparan.
Durante las vacaciones, la salud de Logan se deterioró. Siguió vomitando y llorando mientras desarrolló una erupción cutánea roja …
Matthew y Shaneace estaban asustados al ver el estado de su hijo.
«Fuimos de urgencia al Hospital Universitario de Gold Coast,» explicó Matthew Currie a 7NEWS.com.au.
A los padres, ambos de 26 años, les dijeron que su hijo tenía una infección del tracto urinario y se le recetó antibióticos, volviendo de nuevo a su casa.
Lamentablemente, el medicamento no ayudó. Y solo un día después de la visita al hospital, se desató el infierno.
La erupción de Logan regresó y se despertó gritando y sudando.
«Su mano se puso violácea también, así que pensé que algo estaba muy mal», dijo Currie.
El niño fue trasladado de inmediato al hospital y recibió soporte vital. Después de múltiples pruebas, los médicos descubrieron que Long, de cuatro meses, tenía dos tipos de vasculitis: Kawasaki y poliarteritis nodosa.
Ello significaba que sus arterias estaban dilatadas y creaban coágulos de sangre en todo el corazón, los pulmones y el cuerpo de Logan. Esta situación producía que las arterias no llevaran oxígeno a sus órganos. Por el momento, los médicos realmente no sabían cómo tratar estos dos tipos de vasculitis. Peor aún, no tenían ni idea de por qué era tan agresivo.
”No le desearía eso ni a mi peor enemigo” dijo Matthew Currie a Daily Mail Australia.
En el hospital infantil de Queensland en Brisbane, a Logan se le administró un ciclo de ciclofosfamida, un tipo de tratamiento de quimioterapia utilizado para mantener el sistema inmunitario.
«Las palabras que usaron fueron básicamente…para acabar con lo que estaba causando esto», dijo Currie.
Parecía que el tratamiento había funcionado, pero solo inicialmente.
Matthew y Shaneace ahora viven en la Casa Ronald McDonald cerca del Hospital Westmead de Sydney para estar más cerca de Logan. La familia está esperando los resultados de una prueba genética que determine el procedimiento a seguir con el tratamiento.
«Tiene coágulos en el corazón y los pulmones, coágulos en el estómago y en varias arterias y venas de todo el cuerpo», dijo Matthew Currie.
Durante este período difícil, los médicos están haciendo todo lo posible para salvar la mayor cantidad posible de miembros del niño. Es simplemente una carrera contra el tiempo.
Desgraciadamente, Logan definitivamente perderá ambas manos, mientras que su pierna izquierda también se ha visto afectada desde la rodilla hacia abajo.
Los médicos no están seguros de cuánto podrán salvar en sus brazos. Están esperando que la piel muerta se despegue para ver qué sigue vivo ”, dijo Matthew Currie.
La familia necesita ayuda para cubrir las facturas del hospital y la baja de maternidad de Shaneace también se agota el próximo mes, lo que significa que tendrá que volver a trabajar mientras su hijo permanece en el hospital.
Un fondo de GoFundMe, que lleva recaudado 28,000 dólares , se ha creado para ayudar a la familia.
Esto es muy triste. Mis pensamientos van dirigidos a Logan y a sus valientes padres. ?❣️