No es nada fácil vivir en zonas aisladas, sobre todo si uno vive en zonas con escasas infraestructuras.
En Hornaditas, un caserío ubicado en Jujuy, en Argentina, cada día tres niños caminan 8 kilómetros (2 horas de ida y 2 de vuelta) para ir a la escuela.
Hacen ese recorrido a diario a pesar del frío y de los riesgos, como por ejemplo, los violentos rayos que azotan el área durante las tormentas en medio de este paraje árido.
Ahora sus padres y su profesora reclaman al gobierno que les ayude a poner fin a esta situación, pero hasta ahora nadie les ha dado una respuesta.
Esta familia de pastores de llamas vive a unos 4.000 metros de altura en esta comunidad que queda a unos 70 kilómetros de la ciudad más cercana, La Quiaca.
Para estudiar, los niños tienen que trasladarse al colegio más cercano en el pueblo de Corral Blanco.
El camino no es nada seguro, no sólo es muy solitario y árido, frío en invierno y caluroso en verano, sino que las tormentas suponen una amenaza. El papá de los niños cuenta que no hace mucho una madre murió cuando iba a buscar a su hijo a la escuela porque le cayó un rayo.
Desde entonces los pequeños tienen mucho miedo de ir al colegio en los días nublados. Conoce más sobre su difícil situación en el video de abajo.
Tanto sus padres como su profesora han pedido recursos para que construyan un albergue cerca de la escuela y los niños tengan un lugar donde quedarse de lunes a jueves, y así evitar que tengan que recorrer 8 km diarios para poder estudiar.
Llevan más de un año tratando de conseguirlo, pero por ahora le gobierno no se ha pronunciado al respecto.
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