Elena Desserich, de 6 años y oriunda de Wyoming, en Estados Unidos, era tan solo una niña como cualquier otra de su edad. Le encantaba pintar y leer libros, soñaba con convertirse en mamá y quería ser profesora cuando fuera mayor.
Pero un día todo cambió brutalmente.
El médico de Elena dio una noticia trágica a los padres de la pequeña, Keith y Brooke. Su hija tenía un raro cáncer pediátrico. Era inoperable y tan solo le quedaban 135 días de vida.
Keith y Brook se prometieron no decir a Elena que no sobreviviría. Querían que fuera capaz de disfrutar sus últimos días de vida.
En lugar de eso, Keith y Brook trataron de hacer cada día especial para Elena y su hermana pequeña, Gracie. Juntos como familia, los Desserichs ofrecieron a Elena la posibilidad de hacer todo lo que quisiera hacer.
Como estaban preocupados de que Gracie no recordara a su hermana mayor cuando creciera, los padres de Elena hicieron un diario sobre su niña de 6 años.
Mientras, la salud de Elena se ponía peor y peor. Perdió la habilidad de hablar y poco a poco su cuerpo empezó a quedar paralizado.
Hasta que en agosto de 2007 dejó este mundo.
Sin embargo, lo que nadie sabía era que Elena también se había estado preparando para el final.
Días después de la muerte de la pequeña, su familia encontró unas cuantas notas de su amada Elena.
Elena quería dejarles saber lo mucho que les quería.
Al principio la familia no pensó mucho en esto, pero pronto las notas empezaron a aparecer en los lugares más extraños.
Aparecían en libros, en cajones de los calcetines, en cartones, bolsas, en la ropa de invierno, en las cajas de los CDs, incluso en las bolsas de decoraciones de navidad. Elena las había escrito en secreto, sin decirle a nadie, mientras luchaba contra su cáncer.
Algunas notas decían «los quiero» y en otras habían dibujos de corazones o flores.
«Era una niña muy sabia para su edad. Detesto pensar que sabía que se estaba muriendo, pero creo que era así», le dijo el padre de Elnea, Keith Desserich al Daily Mail.
En total, la familia y amigos de Elena encontraron cientos de mensajes que hoy llenan tres grandes cajas. Eran pequeños recordatorios de la niña que tanto amaban.
«Creo que las notas eran una forma de decirnos que todo estaría bien. Cada vez que encontramos una se siente como un abrazo», dijo la mamá de Elena, Brooke Desserich, al Daily Mail.
Dos años después de la muerte de Elena, Keith y Brooke decidieron publicar un libro con todas las notas de Elena como tributo a su hijo y como una forma de que Gracie recordara a su hermana mayor.
Los beneficios del libro van directamente a la investigación del cáncer y el libro incluye todas las notas excepto una que los padres de Elena llevan con ellos allá donde van.
«Es una forma de reservarnos la última nota», dijo la mamá al Daily Mail.
Mira el trailer sobre libro aquí abajo:
Elena ha dejado este mundo pero nunca será olvidada. Considera compartir esta historia como un recordatorio de que debemos aprovechar el tiempo con nuestros seres queridos y demostrarles nuestro amor, antes de que sea demasiado tarde.