Muchos encuentran increíblemente gratificante la experiencia de ser madre, pero tristemente otras piensan totalmente lo contrario. Esto lleva a muchas madres a tomar medidas extremas tras el nacimiento.
Denis Saranzev trabaja como guarda de seguridad en una fábrica en Rusia. Cada día patrulla la zona para asegurarse de que todo va bien en las instalaciones.
Un día hacía su ruta cuando de repente escuchó un extraño sonido. Pensó que escuchaba a un bebé llorando en el bosque y decidió ver si era verdad.
El hombre siguió el sonido, que le llevó a un nicho. En medio del barro y la basura, notó un pequeño brazo salido fuera. Movió la basura y apareció la bolsa de plástico. La abrió y, para su horror, encontró a una pequeña bebé dentro.
Por su tamaño podía verse que tenía solo días de vida.
Estaba cubierta de barro, suciedad e insectos. Claramente se veía que las hormigas se estaban comiendo sus ojos y que muchas otras le subían por las orejas. La pobrecita estaba en un estado lamentable.
Inmediatamente se la llevaron al hospital y Denis contactó a la policía para que acudieran al lugar, reporta URA.ru.
Las hormigas habían entrado profundamente en los canales auditivos de la bebita y sus ojos estaban llenos de pus. Cuando llegó al hospital, el personal médico estimó que tenía apenas cinco días. Su supervivencia era un milagro y la llamaron Kristina.
No pasó mucho tiempo hasta que la policía dio con su madre biológica, Olesja, de 22 años.
Olesja fue arrestada. Ella alegó que había sido abusada y violada. Pero cuando la policía pidió más detalles sobre el abuso, se derrumbó y les dijo la verdad.
Simplemente no quería quedarse con la niña y la dejó para que muriera en el bosque.
Finalmente, la policía localizó al papá de la beba, Andrej. En ese punto la historia estaba en toda la prensa, y papá del bebé la leyó: no había, sin embargo, imaginado que era su propia hija.
El hombre no tenía ni idea de que había sido padre.
Andrej tuvo una breve relación con Olesja. Su relación terminó cuando ella se quedó embarazada y le dijo que iba a abortar al niño. Eso es lo último que supo de ella.
Tan pronto como Andrej supo la noticia de la beba corrió al hospital a verla.
En el hospital, un test de ADN confirmó que Kristina era la hija de Andrej. No se lo pensó dos veces y se la llevó a casa, y su esposa, Tatyana, no tuvo objeciones en acogerla en su pequeña familia.
Olesja recibió una sentencia de 2 años de libertad condicional. Algunos creen que se salió muy fácil del asunto dado el daño que causó a un bebé, sin mencionar que era el suyo propio.
Kristina de seguro tuvo un ángel guardián cuidando de ella. Ahora vive con su padre y su madrastra, quienes la quieren muchísimo, más que su madre biológica.
No puedo imaginar nada peor que gente haciendo daño a niños inocentes. Afortunadamente, este caso tuvo un final feliz.
Si alguna vez te enteras de que un niño está siendo abusado, nunca dudes en contactar a la policía. Es nuestro debe como seres humanos.
¡Por favor, considera compartir esta historia si estás de acuerdo!
