Paola, de 38 años, es una argentina madre de cuatro maravillosos niños.
Pero también víctima de violencia doméstica.
Ahora las imágenes de su testimonio recorren internet como una advertencia para personas en situaciones similares.
Advertimos de que algunas imágenes pueden herir sensibilidades.
Éstos son Paola Lola Mascambruni y sus cuatro hijos. Como cualquier otra familia, ríen y disfruntan de una buena cena en un restaurante, en Argentina.
Pero en 2009 la vida de Paola dio un vuelvo. En su trabajo conoció a Rodrigo. Se enamoraron y comenzaron una relación. Durante un tiempo vivieron felices con los hijos que ambos tenían de relaciones anteriores, y pronto tendrían, también, un hijo en común, Valentino.
Pero todo estaba a punto de cambiar para Paola y su familia.
Un día, cuando Paola se encontraba en su segundo mes de embarazo, Rodrigo se levantó de mal humor y le lanzó un vaso a la cara. Unos días más tarde le mordió en la mejilla.
A pesar de lo ocurrido, Paola lo perdonó. Hasta que se produjo un tercer incidente. Entonces Paola reaccionó y lo echó de casa.
No volvieron a verse hasta que nació su hijo común. Rodrigo fue al hospital para estar cerca de su recién nacido. De nuevo no fue capaz de controlar su caracter y las enfermerdas lo tuvieron que echar del hospital.
Paola conoció a otro hombre pero la relación no fue bien. Y al mismo tiempo Paola no quería que su hijo Valentino creciese cerca de su padre. Pero en 2015 volvió a contactar con Rodrigo, parecía que había cambiado. Se disculpó mil veces y le pidió una nueva oportunidad.
Llegaron al acuerdo de vivir en viviendas diferentes pero compartir la custodia de Valentino. Los fines de semana el niño los pasaría con su padre.
No funcionó.
El segundo fin de semana, llamaron a la puerta de Paola. Era Valentino.
El niño había corrido llorando a casa de su madre y le contó que su padre le había pegado.
Paola contactó entonces con el padre de su hijo y la respuesta de él fue clara – la amenazó de muerte.
A pesar de todo lo ocurrido previamente, Paola decidió no lo había denunciado a la policía hasta entonces, pero decidió hacerlo de una vez por todas.
Unos meses después Rodrigo tuvo un accidente con una moto. De nuevo, volvió sus ojos hacia su ex y le pidió una nueva oportunidad. Paola lo escuchó y en mayo de esta año decidieron volver a verse.
Rodrigo se había comprometido a poner de su parte, pero cuando vio que no obtenía los elogios que esperaba, no reaccionó nada bien.
– Cerró la puerta de un portazo y me sacó fuera. Me agarró por lo hombros y me tirón con tanta fuerza contra una venta que se rompió. Me golpeó y me dio patadas por todo el cuerpo, e intentó estrangularme. Lo más «bonito» que me dijo fue «puta».
– Le pedí que se calmara. Le dije: «Por favor, Rodrigo, me vas a matar». ¿Su respuesta? Que era precisamente lo que hacía, cuenta Paola, según Heftig.
Ella gritó pidiendo ayuda, pero nadie la escuchó.
Al final pudo escapar por el patio trasero, pero nadie se atrevía a intervenir, pero al final alguien llamó a la policía y llevaron a Paola al hospital.
Tuvo suerte de sobrevivir al brutal maltrato. Pero acabó con fracturas, la nariz rota, dientes rotos y hematomas en todo el cuerpo.
Rodrigo fue condenado a prisión por violencia doméstica.
Una vez tras otra Rodrigo prometía que iba a cambiar. Pero no lo hizo. Paola perdonó a un psicópata y casi le cuesta la vida.
Ahora su historia se difunde por internet y medios de todo el mundo. Ella misma ha compartido su historia y fotos para advertir a otras personas en la misma situación.
El maltarto en la famila es inaceptable. Y si hay alguien en tu entorno que lo sufre, no dudes en avisar a la policía.
Comparte la historia de Paola para que más personas sean conscientes y reaccionen ante un tema tan importante como es la violencia en el hogar.