Liz Krueger estaba muy contenta de ir a la boda su su buena amiga en Nueva Zelanda el año pasado. Era un día caluroso, así que no quería ponerse alo muy caliente.
Liz encontró el vestido perfecto. Le quedaba muy bien en su cuerpo entrenado. ¡Ella se sentía linda y bien vestida!
Pero cuando llegó a la fiesta todo se convirtió en una pesadilla.
Liz trabaja como entrenadora personal y es originalmente de Minneapolis. Ella tiene una cuenta de Instagram popular donde publica fotos de su entrenamiento.
Pero después de la boda decidió escribir en su cuenta y cuenta sobre el abuso que tuvo que vivir durante toda la noche.
Varias personas opinaron que su vestido era demasiado desafiante. Bueno uno puede opinar eso si uno quiere. Pero los invitados lo llevaron a otro extremo cuando empezaron a hacerle bullying publicamente en la fiesta.
Una mujer hasta se le acercó y le pegó en la nalga después de haber apostado con otros invitados. En ese momento Liz había estado sola y se había sentido muy humillada. Cuando se volteó vio que algunas mujeres se reían detrás de ella.
Otro invitado le echó cerveza en su brazo.
Liz cuenta que no le importan todos los comenatrios.
«Bueno que tengo piel dura, me puedo reír de esto y no lo tomo personal», escribió en Instagram después de de la boda.
Muchos seguidores también la apoyan.
«El comportamiento de las otras mujeres es terrible. Me parecería peor ser asociada con persoans como esas que con una amiga que tenía ese vestido», escribe una persona.
Constance Hall, que tiene un blog de mamás, ahora se arrepiente del código de vestimenta en su propio matrimonio.
«Caundo pienso en mi mismo matrimonio estoy decepcionada que no escribí: Por favor, muestrense, muestren sus cuerpos, no importa si es grasa, músculos, redondos, largos, quiero variación».
No tardó timepo hasta que el bullying de Liz se difundió y se convirtió en una noticia por el mundo. Liz también creó el hashtag, #KruegerKindness, para inspirar e involucrar mujeres en el debate sobre el tema que una mujer se puede vestir como quiera sin tener que ser abusada.
«Un movimiento para mujeres, de mujeres, y empieza conmigo. Si quieers puedes hacer parte de este movimiento, comparte tu historia en redes sociales con #KruegerKindness y matemos a esas malas cicas con bondad», escribe Liz.
El bullying, contra los niños y los mayores, es lo peor que existe. Me parece que Liz es muy fuerte en contar su historia.
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