Esta historia me ha llegado al corazón. Dos amigas casi centenarias se separaron durante la Segunda Guerra Mundial. Ahora se vuelto a reencontrar, por casualidad, en una residencia de ancianos. Ésta es una buena prueba de que la verdadera amistad siempre sobrevive.
Peggy tiene 97 años y Beryl 95. Las dos acabaron, por casualidad, en la misma residencia de ancianos. Las dos mujeres había sido mejores amigas cuando eran adolescentes, hace casi 80 años. A pesar de no haberse visto durante tanto tiempo, se reconocieron la una a la otra directamente.
Las dos son de Northfleet, en Reino Unido. Se conocieron cuando tenían 14 años y las dos trabajaban en la fábrica de cables Henleys.
Las dos eran parte del club de ciclismo de la empresa y fueron de vacaciones juntas en viajes del club. Fue el inicio de una amista que tendría que haber durado toda la vida. Pero entonces llegó la guerra.
– Nos lo pasamos muy bien juntas, pero perdimos el contacto debido a la guerra y nunca más nos volvimos a ver. Yo me casé en 1941 y tuve a mi primer hijo. Nuestras vidas siguieron por distintos caminos durante la guerra y perdimos el contacto, explica Peggy al periódico Metro.
Las dos chicas se convirtieron en mujeres, mamás y tuvieron sus respectivas familias.
Pero ahora, 80 años después, sus caminos se han vuelto a cruzar.
Peggy se quedó en shock cuando reconoció a su vieja amiga en la residencia en la que ambas viven ahora.
– No podía creer que fuese verdad cuando llegó y la reconocí tan rápido, cuenta a Metro, y continúa:
– Después de todos estos años. Es un milagro.
Ahora, cuando se han vuelto a encontrar, las amigas recuperan el tiempo perdido, y dicen que su amistad no ha cambiada nada.
¿No es una historia fantástica de amistad? ¡Compártela!