Jakob – de 3 años – casi perdió los dedos de los pies jugando en la playa, ahora su madre advierte sobre el peligro escondido en la arena

Con las altas temperaturas a muchas personas les encanta ir a la playa, tomar sol, bañarse y comer mucho helado, pero para Jacob, de tres años, la visita en la playa en 2014 terminó en una tragedia.

Jacob estaba en una playa en las afueras de Roskilde, en Dinamarca, con su madre, Katja Kafling.  El niño corría feliz y libre con sus pies pequeños en la arena suave, pero muy pronto la alegría del verano se convirtió en algo terrible.

Foto: Privada

Jacob había pisado carbón con brasa que estaba oculta por la arena, probablemente alguien había hecho una fogata allí la noche anterior pensando que el fuego se apagaría por completo con un poco de arena.

Jacob tuvo quemaduras fuertes en ambos pies.

”Se notaba cómo la piel de los pies comenzaba a desprenderse”, dice la madre de Jacob, Katja Kafling Wichmann, al canal de televisión noruega TV2.

En un comentario por Facebook que ha sido compartido a gran escala por internet, Katja cuenta sobre el incidente dramático hace 4 años.

La razón por la que quiere compartir la historia de su hijo fue porque leyó sobre un hombre al que le había pasado lo mismo.

Facebook/KatjaKaflingWichmann

”Costó un año de visitas al hospital, gran dolor físico y una larga rehabilitación – sin mencionar cómo afectó a nuestros corazones”, escribe Katja en el comentario.

Después del incidente, Katja, Jacob y su familia fueron rápido al hospital más cercano. Con agua fría, el personal pudo enfriar los pies del niño que estaba gritando del dolor.

Los médicos luego contaron que en el peor de los casos, Jacob podría perder los dedos, Katja se desmayó al recibir la noticia.

Por suerte, los médicos lograron salvar los dedos de Jacob, pero la rehabilitación fue larga y le tuvieron que hacer varias operaciones, también le hicieron trasplante de piel usando la de los muslos del niño para injertarla en sus pies.

Foto: Privada

Aunque han pasado cuatro años, aún es duro para Katja pensar en el incidente.

Jacob tiene cicatrices en sus pies pero aparte de eso se ha recuperado por completo, sin embargo, el niño no puede olvidar el día en que se quemó sus pies, hace ya cuatro años.

Katja está muy conmovida por la atención que ha recibido su comentario, y pide a todo el mundo que apaguen sus fuegos con agua en vez de arena.

No cree que tuvieron malas intenciones al apagar su fuego con arena, sólo se trata de falta de conocimiento.

Facebook/KatjaKaflingWichmann

¡Por favor ayúdanos a compartir la historia de Jacob para difundir el conocimiento sobre cómo mejor apagar el fuego y evitar que más personas se quemen!

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