Es la pesadilla de cualquier padre: enviar a sus hijos a la escuela para que les avisen diciendo que algo malo les ha pasado.
Entonces piensa en los padres de Josh Gray, un adolescente de 17 años, que fue a la enfermería del Instituto Pearland en Texas, por tener dolor de estómago.
Dos horas más tarde, el adolescente, que era un muchacho activo y saludable, estaba muerto…
Cuando el joven de 17 años, Josh Gray, comenzó a sentirse mal, hizo lo que cualquier muchacho responsable debía hacer, ir de inmediato a la enfermería.
Trágicamente, dos horas más tarde había muerto. Los médicos confirmaron la ruptura de la arteria que va al páncreas. La hemorragia no se pudo detener y el adolescente murió.
“Se marchó a la escuela ayer por la mañana – normal, alegre – y de repente le comenzó a doler el estómago y en dos horas había desaparecido y ya no estaba con nosotros», contó Laurie Gray, la madre de Josh a KHOU.
Antes de su prematura muerte, Josh estaba planeando un viaje. Sin embargo no lo pudo realizar y tras la tragedia, sus amigos planearon participar en su memoria.
“Josh quería a la gente por lo que era», dijo su amigo Austin Hurst.
Soy muy ruidoso y molesto; pero él me quería así. Quiero decir, él nos quería a todos exactamente por lo que éramos. Y esa era la mejor parte de estar con Josh; todos podíamos ser uno mismo «.
Todos sus seres queridos han creado una página para organizar un fondo, que ayude a cubrir el coste de su muerte súbita. Parte de lo donado irá también a la financiación de enfermedades raras. Y el fondo ha conseguido ya recaudar más de 35.000 dólares.
La página dice: “Con enorme pesar y en completo estado de shock los amigos y la familia de Josh intentan adaptarse a su muerte. La familia Grey siempre es la primera en interceder y ofrecer su apoyo cuando otra persona amada está en apuros. Bueno, ahora es su turno».
«Si bien no hay nada que se pueda decir o hacer para mitigar el dolor, nos gustaría abrir una cuenta para que la gente pueda dar lo que esté en disposición y así esta familia tenga una cosa menos en que pensar durante este tiempo».
La repentina pérdida de Josh sin duda ha afectado enormemente a su familia y amigos, y todo lo que podemos hacer ahora es orar por ellos en los momentos más difíciles. Solamente recordar con lo sucedido, que la vida es corta y cruelmente impredecible. Vive cada día como si fuera el último, y siempre recuerda ser bondadoso como te gusta que la gente lo fuera. Nunca se sabe, quizás no tengas otra oportunidad.
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¡Nunca se sabe, a lo mejor terminas salvando una vida!