La chica va a una ecografía de rutina, pero se entera de que ha perdido a su bebé

Pocas cosas en la vida son tan devastadoras como perder a un hijo. Muchos, cuando imaginamos a los hijos, lo hacemos ya como niños mayores que ya han nacido. Pero luego están los abortos.

Todos aquellos que han experimentado un aborto, algo muy común, sabe la gran tristeza que produce. Pero no todos pueden expresar esta tristeza con palabras: es por eso que creo que este post, escrito en enero de 2017 en Facebook por una usuaria llamada Emily Christine Fauver, tiene que ser compartido. Sus palabras me conmovieron muchísimo.

Lee sus poderosas palabras aquí abajo.

«Tenía tantas ganas de hacer pipí pero no me dejaban ir al baño. Me dijeron que tenía que tener la vejiga llena porque así se veía el bebé más fácil durante la ecografía. Recuerdo que estaba muy frustrada, no sólo por la vejiga, pero también porque tenía que llenar 50 papeles antes de poder ir al baño y antes de poder ver el bebé que había esperado por 8 semanas. 

Por fin me llevaron otra vez al cuarto cuando todos me saludaron con una sonrisa. La felicidad de esperar un bebé era contagiosa. La ecografía comenzó y vi las imagenes de muy cerca. Mi corazón iba a mil. ¡Esto era emocionante!

Esto era un día que mi esposo y yo habíamos esperado por más de un año. 

© Facebook/Emily Christine Fauver

Pero estas imágenes eran diferenets  a las que había visto en Facebook que todas mis amigas montaban. Algo estaba mal. 

Yo no vi nada porque mi cuerpo estaba a horas de tener un aborto espontáneo. 

La ginecóloga estaba callada y yo entendí. Ella dejó el cuarto y mi esposo rapidamente me aseguró, «todo está bien». Pero no le digas eso a una chica que ha visto miles de fotos de ecografías, que ha buscado el hashtag de «8 semanas» en Instagram para ver como se iba a ver su bebé.  

Yo sabía que las cosas no estaban bien y así fue. 

© Facebook/Emily Christine Fauver

Recuerdo que tenía miedo de llorar. No sentía que tenía el derecho de llorar porque «no había pasado mucho tiempo» y «esto ocurre todo el tiempo». 

Recuerdo que hacía todo para no llorar y no era capaz de mirar a mi esposo porque sabía que su dolor me iba a destrozar. 

Fui enviada a casa para que mi cuerpo siguiera su curso natural. Sentía de todo pero no tenía forma de demostrarlo. Mi médico no me dejó ir sin una advertencia y tenía razón en todo. Pero de lo que no me advirtió es del dolor emocional y físico. 

No me dijo que me iba a acordar durante semanas porque mi cuerpo iba a necesitar tiempo para «limpiarlo». No me dijo que iba a tener que ver a mi marido llorar. No me dijo lo duro que iba a ser decirle a mi mamá lo que pasó. No me dijo que mi cuerpo iba a seguir pensando que estaba embarazado durante las siguientes semanas. No me dijo lo duro que iba a ser decirle a la gente que estaba bien a pesar de que no lo estaba. No me dijo que esto me iba a convertir en una persona celosa de la noche a la mañana. No me dijo lo mucho que me iba a doler la pregunta ‘¿Para cuando los niños?’. Y no me dijo que iba a ser tan duro perder a alguien a quien no conocía.

Pero ella me dijo que estaba bien llorar y me dijo que no estaba sola.

Los abortos son TAN REALES Y TAN COMUNES. De hecho, una de cada cuatro mujere vive un aborto. Pero que esto no te confunda a la hora de pensar que te va a doler menos. Todavía me siento sola y finalmente entiendo por qué: porque nadie habla de ello.

No fue hasta que empecé a hablar a mis amigos y familiares que lentamente me di cuenta de que no estaba sola. Mi madre, mi tía, mi hermana, las mejores amigas de mi hermana habían pasado por este dolor, un dolor que no le deseo ni a mi peor enemigo.

La gente puede que se pregunte por qué decidí hablar de esto después de meses, pero la dura realidad es que el tiempo no cura todas las heridas, así que estoy esperando compartir mi historia para que ayude en este proceso de curación. No estoy buscando compasión sino respuestas. EStoy compartiendo esto para que menos mujeres se sientan solas y usar esto como recordatorio o mensaje de esperanza ante esta pérdida.

Esta es mi esperanza para ti…

Espero que no te sientas sola.

Espero que te permitas llorar.

Espero que veas la luz al final del túnel.

Espero que aunque tu fe se vea puesta a prueba, seas fuerte.

Espero que encuentres paz.

Espero que no tengas miedo de intentarlo de nuevo.

Espero que no te culpes.

Espero que tus amigos te abracen un poco más fuerte.

Espero que le des a alguien esperanza a través de tu pérdida.

espero que seas la luz en este momento oscuro.

… Y espero que celebres la vida de este bebé tanto como puedas porque no importa lo corta que sea una vida, toda vida merece ser celebrada y toda pérdida debe ser llorada.

Siéntete libre de compartir si esto te hizo pensar en alguien que conozcas.

Por favor, considera compartir las fuertes palabras de Emily con todas las mujeres que conozcas. Puede que logres darles algo de consuelo y que les hagas sentir que no están solas.