Dicen que a la hora de la crianza, las madres aportan a sus hijos el equilibrio emocional, mientras que los padres la seguridad. Esto último queda demostrado en este video, donde si no llega a ser por los reflejos de un padre, una bebé de apenas un año podría haber terminado gravemente herida.
Madison es una pequeña niña que en el video aparece jugando junto a su adormecido papá en la cama.
La nena se lo está pasando en grande y es algo revoltosa. De repente empieza a hacer algo que le encanta a la gran mayoría de los niños: saltar sobre el colchón.
La madre graba la escena tranquilamente sin saber que algo está a punto de torcerse. En apenas unos segundos, la nena pierde el equilibrio y se precipita hacia atrás. Todo augura que se caerá al suelo dándose un buen golpe en la cabeza.
Por suerte, el padre sigue sus instintos y reacciona rápido, como podrás ver en el video de abajo.