Los niños tienen la capacidad de fascinarse con todo y de encontrar amigos en los lugares más insospechados. Recientemente se supo de la historia de los trillizos Heaton, Wilder y la pequeña Holden, unos adorables trillizos que desde muy pequeños se encariñaron de unas personas que frecuentaban su barrio cada día puntualmente: los trabajadores de la basura.
En los últimos dos años, estos trillizos y los trabajadores de la basura del barrio establecieron una relación absolutamente enternecedora.
Cada semana, su madre Martha sigue a los trillizos en su llamado “Garb day” (día de la basura). Cuando escuchan el sonido del camión llegando a su casa los trillizos salen a la calle dispuestos a recibirles y ayudarles.
Entre otras cosas adoran subirse al camión de la basura. Su trabajo en equipo es enternecedor.
¡Tienes que verlos en el video de abajo!