Tener hijos es una de las decisiones más grandes de la vida. Y convertirse en mamá o papá es un cambio enorme para toda la vida.
Todos las personas que van a ser padres desan que sus hijos nazcan bien y sanos, pero a veces el destino tiene otro camino. Y ahí es cuando las cosas se ponen a prueba.
Cuando Nick Schnarr y su esposa Brooklyn estaban esperando su trecer hijo reciberoin una noticia horrible.
Su pequeño hijo estaba muy enfermo y tal vez no iba a sobrevivir.
El papá Nick escribe sobre todo lo que la familia tuvo que vivir:
”Duarnte los últimos nueve meses mi esposa Brooklyn ha estado embarazada con un niño muy enfermo. Hace tres-cuatro meses supimos que nuestro hijo tenía un tipo grave de hidrocefalia. Nuestro hijo tenía demasiada agua en el cerebro. Nos dirigieron a al hospital de niños Cincinnati’s donde algunos de los mejores especialistas nos dijeron que la situación era muy grave.»
La situación era tan garve que los médicos le pidieron a los padres que se prepararan para lo peor. Nick y Brooklyn probablemente se iban a tener que despedir de su amado hijo demasiado temprano.
Las nuevas fotos de los rayos x eran aún más claras. Según los médicos especialistas el bebé tenía 90 por ciento de risego de morir después del parto. Con mucha suerte el niño podía sobrevivir pero entonces su enfermedad cerebral iba a ser tan grave que iba a necesitar cuidados intensivos por el resto de su vida.
”Tuvimos una reunión sobre cuidados palitativos. Tuvimos discuciones detalladas, horribles, sobre esto. Hablamos sobre cuando teníamos que tomar la decisión de dejarlo morir», escribe Nick.
Pronto Brooklyn se mudó a Cincinnati y vivió en un hotel cerca del hospital, para que los médicos pudieran estar cerca de ella y del bebé.
”Me tocaba viajar mucho, al mismo tiempo que trataba de trabajar y cuidar a nuestras dos hijas, Sophie y Lily”, cuenta Nick.
El ocho de julo llegó la hora, llevaron a Brooklyn al hospital y 15 minutos antes de la cesárea los médicos habalron una última vez con la pareja.
”Tuvimso una reunión sobre cuánto tiempo ibámos a utilizar oxígeno para mantener al bebé vivo. Hablamos sobre cuando íbamos a djear al niño y dejarlo ir al cielo”, escribe Nick.
Fue en ese momento que ocurrió el milagro.
Porque cuando salió el bebé el cuarto se llenó de un sonido: El sonido de un bebé que lloraba a gritos.
”Fue el ruido más hermoso que he escuchado en la vida», cuenta Nick.
Después de un tiempo en cuidados intensivos el niño, que le pusieron el nombre Charlie, pudo irse a casa con el resto de la familia.
Charlie estaba bien y era como cualquier otro niño.
Lo único era que Charlie tenía un problema en el corazón pero eso los médicos los pudieron arreglar bastante rápido.
Bueno, ¿Y cómo todo pudo resultar así?
El hecho es que los médicos no pudieron encontrar ninguna explicación científica de por qué Charlie se había mejorado.
”De alguna forma su cerebro encontró una forma natural para recuperarse y para redirigir el líquido que era el problema. Durante la última semana he escuchado la palabra «milagro» más veces de lo que puedo contralas. Enfermeras con años de experiencia y méidicos… – todos estaban en shock, al mismo tiempo que estaban felices», escribe Nick.
Muchos amigos, familiares, clientes, colegas y desconocidos han pedido por nosotros. Así que desde el fondo de mi corazón – gracias, gracias por todos sus pensamientos, oraciones, cartas, textos, emails y por todo el amor. Los milagros pueden ocurrir, cuenta Nick.
Esto nos ayuda a recordar que nunca podemos perder la esperanza: las cosas pueden terminar muy bien.
¡Le deseamos mucha suerte a Charlie y a su familia en el futuro!
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