Bror Aleksander Åmot no podía dar crédito a sus oídos cuando escuchó la respuesta de una señora a dos niñas pequeñas que subieron en el autobús. Una de las niñas le preguntó si estaba libre el asiento de su lado y la señora le respondió con un despreciable no como respuesta a causa de su aspecto. Esto Bror no lo podía aceptar.
Bror Aleksander Åmot estaba sentado en el autobús que iba de Mørkved a Bodø, en Noruega, cuando dos niñas de 10 años de edad subieron al mismo. Una de ellas preguntó si podía sentarse a su lado, mientras que la otra miró a su alrededor en busca de otro asiento. Cuando vio que había sitio en un asiento donde una mujer de unos 50 años había dejado su bolso, la niña preguntó si podía sentarse allí.
– «Entonces la mujer contestó algo que yo nunca pensé que una persona podría decir a otra», comentó Bror a Nettavisen.
«Mis impuestos se utilizan para que otros como tú puedan viajar gratis en el autobús, de manera que te quedas de pie».
Bror no podía dar crédito a sus oídos. La mujer negó el asiento a la niña porque era de tez oscura, y por tanto la mujer dio por echo que no era del país. Esto le molestó enormemente. Bror se preguntó si la mujer había pagado un billete extra para su bolso que ocupaba una plaza. Se levantó del asiento y le ofreció el sitio a la niña. Luego se dirigió a la mujer y le dijo: «Ahora puede levantar su bolso porque yo cumplo todos los requisitos para tener un asiento».
– «La situación era un poco molesta porque notaba como todos me miraban. Pero la respuesta era tan provocante que me sentí en la obligación de hacer algo al respecto. Las niñas no se merecían oír eso. Me gusta tener consideración con las personas aunque no las conozca. Tengo un hijo y no me gustaría que creciera en una sociedad de este tipo».
Bror compartió esta historia en su Facebook para mostrar que este comportamiento es inaceptable.
Necesitamos más gente como Bror y debemos rechazar claramente este tipo de discriminación. Comparte si elogias su comportamiento.