Muchas veces no somos conscientes de la presión que viven nuestros hijos en las escuelas, donde sus capacidades se determinan con exámenes constantes. Pasar estas pruebas es muy estresante para muchos niños, pero por suerte algunos profesores saben realmente qué es lo que hay que decir para dar aliento a sus jóvenes estudiantes. Esta es la historia de Abby Martin, una madre que vio llorando a su hijo después de leer una carta de la escuela y le preguntó que había pasado. Pero cuando la leyó también se puso a llorar...
Aquí les dejo la carta que escribió la profesora para que entiendan el motivo:
Querido estudiante,
La próxima semana harás la prueba ISTEP de matemáticas y lectura, y dos semanas después pasarás por el examen IREAD. Sé lo duro que has trabajado, pero hay algo muy importante que debes saber.
Las pruebas ITEP y IRED no valoran todo lo que te hace especial y único. La gente que diseña estos exámenes y los puntúa no os conoce como yo y definitivamente no os conocen como vuestras familias.
No saben que algunos de vosotros habláis dos idiomas o que te encanta cantar o dibujar. No han visto tu talento natural para bailar. No saben que tus amigos cuentan contigo para estar ahí para ellos, que tu risa puede hacer brillar el día mas oscuro o que tu cara se vuelve roja cuando sientes vergüenza. No saben que participas en actividades deportivas, que te preguntas sobre tu futuro o que a veces ayudas a cuidar a tu hermano pequeño o tu hermana pequeña después de la escuela. No saben que eres amable, confiable y atento… Y cada día tratas de sacar lo mejor de ti mismo.
Las notas que sacarás en estas pruebas te dirán algo, pero no te lo dirán todo. Estas pruebas no te definen. Hay muchas formas de ser inteligente ¡Tú eres inteligente!¡Eres suficientemente inteligente! Eres la luz que ilumina mi día y la razón que me hace feliz ir a trabajar cada día. Así que en medio de estos exámenes recuerda que no hay forma de poner a prueba todas las cosas estupendas y maravillosas que te definen.
Sólo pido que lo hagas lo mejor que puedas y no te rindas. ¡Has trabajado en esto desde el jardín de infancia y estás listo!¡Creo en ti!
Un ejemplo esta maestra que sí sabe motivar a sus alumnos haciéndoles ver lo que es realmente importante.
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