Ir hacia el altar con su gran amor es algo muy importante en la vida y uno espera hacerlo una vez en su vida. Pero una joven pareja de prometidos pudo vivir este importante momento en dos ocasiones. Fue precisamente de camino hacia el altar donde se conocieron hace muchos años.
Briggs Fussy tenía dos años solamente cuando fue el portador de los anillos en la boda de su madrina. Con toda una vida por delante, andaba despacito hacia el altar junto a su desconocida acompañante, la niña de las flores. Para en ese momento, él no tenía ni idea de que sus vidas estarían destinadas a unirse más adelante.
En el 2007 empieza Briggs el bachiller y conoce a una chica llamada Brittney, nombre que a ella le resultaba familiar. Brittney en casa pregunta a su madre por Briggs y ésta inmediatamente le saca una foto donde se les ve de niños portando los anillos en una boda hace unos años.
El tiempo pasa y Briggs y Brittney se dan cuenta que se gustan. Comienzan a salir hasta que finalmente se hacen pareja. Dos años más tarde se encuentran caminando juntos hacia el altar pero esta vez son ellos los novios.
Que estos dos niños se conocieran de camino al altar y que después se casaran 20 años más tarde, estaba escrito es su destino. Así lo dice Briggs en varias entrevistas.
Ocurren a veces cosas tan increíbles que no parece que sea casualidad. El primer encuentro de esta pareja me hace creer en el destino. Comparte este artículo si tú también piensas igual.