Madre adopta a un niño que nadie quería – 28 años después la golpea la horrible verdad

Ingeborg McIntosh pasó por mucho para adoptar a su hijo Joradan.

El niño era sólo un recién nacido cuando lo recibió en adopción temporal, y durante los siguientes cuatro años Ingeborg luchó para convencer a su madre biológica de que la dejara adoptarlo. Sin embargo, ella tenía dudas de dejarlo con una familia blanca.

«Lo pusieron en mis brazos y fue amor a primera vista», dice Ingeborg.

Pero 20 años después la relación dio un giro inesperado…

La familia de Ingeborg McIntosh ha cuidado de 125 niños, en acogida, a lo largo de los años, pero ninguno robó su corazón como Jordan.

Jordan fue criado en la casa de Ingeborg, pero su madre biológica no quería que la familia lo adoptara. Quería que su hijo fuera adoptado por padres negros.

Pero era imposible encontrar una casa para Jordan, así que cuando el niño cumplió los 4 años, Ingeborg y su familia lo adoptaron.

«Era parte de la familia, no importaba nada más», cuenta Ingeborg.

Dos décadas después, Ingeborg recibió una noticia descorazonadora: tenía la enfermedad de riñones poliquísticos y necesitaba un trasplante de riñón.

Jordan decidió que no podía quedarse quieto y ver sufrir a su madre, así que decidió actuar. Sin que su madre lo supiera pidió cita para averiguar si era apto para donar un riñón. ¡Y lo era!

“Siento que éste era mi destino», dice Jordan. «Con suerte puedo hacer más por ella cuando sea mayor, pero por el momento, esto es lo menos que podía hacer».

Ingeborg insistió en que Jordan no lo hiciera, pero él estaba decidido.

Cuando Jordan habla de su madre, su amor y devoción son claros: apenas puede hablar de lo buena que es sin llorar.

«Todo lo que ha hecho por mí desde que era un niño, sólo quería devolvérselo, y demostrarlo lo mucho que aprecio todo lo que ha hecho», dice.

En este vídeo en inglés puedes ver más sobre esta maravillosa mamá y su hijo Jordan.

A pesar de los problemas y tiempos duros, esta historia tuvo un final feliz – todo gracias al fuerte vínculo entre madre e hijo, sin importar lazos de sangre o color de la piel. 

Comparte su historia si también crees que Ingeborg hizo un gran trabajo criando a su hijo.