Ser padre no es fácil. Las preocupaciones suelen dar trabajo a tiempo completo cuando tienes hijos y no facilita nada el hecho de que la mayoría de los chicos y chicas tengan tendencia a hacer cosas que no deberían.
E incluso cuando creemos que están sanos y salvos, a veces el peligro puede estar al acecho en los lugares más inesperados.
Una madre publica en las redes sociales una advertencia para los padres sobre los posibles peligros cuando se permite a los hijos columpiarse durante mucho tiempo. Rebecca Jordan tuvo que llevar a su hijo de urgencia al hospital por graves lesiones ocurridas al columpiarse demasiado deprisa.
Según los informes, la velocidad a la que el niño había estado columpiándose produjo un exceso de sangre en la parte posterior de su cabeza.
«No solo le rompió varios vasos sanguíneos de los ojos, sino incluso a los médicos y enfermeras les pareció como si su cabeza se hubiera pintado de rojo».
Rebecca optó por publicar su historia en Facebook, resaltando los peligros que otros padres podrían desconocer.
«Solo para que los padres sepan lo podría sucederle a su hijo cuando se columpia demasiado rápido y durante demasiado tiempo en un columpio con la cabeza inclinada hacia atrás/colgando», dijo.
Esta es el post de la madre: «A nuestro hijo le encanta dar vueltas, le gusta sentir fuertes emociones (ya sabéis cómo pueden ser los chicos). Ayer jugaba con un grupo de niños que corrían por el patio de recreo. y les dijo a los otros niños que le dieran vueltas…
A medida que giraba cada vez más rápido con la cabeza hacia atrás, la fuerza/presión centrífuga forzaba a la sangre a acumularse en la parte superior de su cabeza, lo que provocaba que la sangre se mantuviera allí creando un hematoma (por ello parecía como si su cabeza estuviera pintada con spray o quemada). Además, los vasos sanguíneos en sus ojos y los párpados se rompieron por la extrema presión.
Pararon el columpio y cuando bajó se desplomó (posiblemente se desmayó unos minutos). Varios niños entraron con él y nos contaron lo que pasó: MI hijo comentó que tenía problemas para respirar y que le «dolía la cabeza».
Rebbeca en pánico llevó de inmediato a su hijo al hospital pesando en una posible lesión cerebral. Un escaner mostró una lesión muy parecida al síndrome del bebé zarandeado.»
El post continua: «Tened en cuenta que en realidad nunca se golpeó la cabeza, esto solo se debió a la fuerza centrífuga que se producía mientras daba vueltas en el columpio (son lesiones cerebrales traumáticas similares a las del zarandeo del bebé).
Los médicos y enfermeras estaban asombradas y pensaban que se había pintado la cabeza con un spray porque nunca habían visto este tipo de hematoma antes. Examinaron de inmediato y en profundidad su cabeza, ojos y oídos.
Gracias a Dios el chico se recuperó sin lesiones internas o inflamación del cerebro. Pero deberemos ser muy cautelosos de ahora en adelante a girar en el columpio en exceso».
https://www.facebook.com/rebecca.jordan.186/posts/2251476614937696
El hijo de Rebecca no sufrió ninguna lesión que amenazara su vida, pero ella quiere asegurarse de que la gente sepa de los peligros potenciales asociados con los columpios.
Estoy contenta de poder haber leído esta advertencia. Por supuesto tendré mucho cuidado de ahora en adelante.
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